Yo creo que los neoliberales tienen razón. Hay que privatizar, y lo primero que habría que hacer es privatizar los ayuntamientos.
Porque vamos a ver, ¿Para qué sirve un alcalde, o una alcaldesa? Para que necesitamos, por ejemplo en Chinchón, doce concejales? ¿Son necesarios tantos guardias municipales, tantos oficinistas, tantos funcionarios y tantos asesores?
Y todos los gastos que generan los tenemos que pagar entre todos los vecinos y contribuyentes. La solución estaría en contratar una empresa de servicios municipales, que con un gerente-alcalde y con un auxiliar administrativo, darían todo el servicio que necesita el pueblo; un jefe de seguridad y un guardia jurado serían más que suficientes, si tenemos en cuenta que hay también Guardia Civil. En principio, las bodas por lo civil que las hagan los notarios, que además serían más baratas. La limpieza, que cada uno limpie la puerta de su casa. La plaza la podrían limpiar entre todos los negocios turísticos, que para eso se benefician de la promoción del pueblo. Para las consultas y para las citas médicas, con una buena aplicación informática, está solucionado.
También nos ahorraríamos los gastos de tener que hacer cada cuatro años unas elecciones. ¡Para lo que valen! Un buen contrato de prestación de servicios de larga duración, que firmaría la empresa con la Secretaría de servicios municipales de la Comunidad, podría servir mientras que no fuese denunciado por un número de incumplimientos que se establecerían en el mismo contrato, teniendo en cuenta que ya se sabe que los vecinos son muy propensos a protestar y que se quejan por cualquier nimiedad.
Claro está que esta medida de privatización ser debería tomar de forma sorpresiva, porque si se conociese de antemano, los actuales profesionales políticos se afanarían en organizar sus propias empresas de servicios municipales y la cosa no iba a cambiar demasiado, si no era para que los accionistas de estas empresas se forrasen un poco más.
Otra cuestión importante iba a ser donde se iban a recolocar todos esos políticos ya casi profesionales, funcionarios y asesores municipales, teniendo en cuenta lo poco que conocen de la realidad laboral, pero eso, con unos meses cobrando el paro, está solucionado, como ya ocurre con tantos trabajadores que han pasado por estas circunstancias.
Estos nuevos gestores de los municipios se encargarían de seguir privatizando el resto de los actuales servicios. Los centros culturales, las bibliotecas, los teatros, las instalaciones deportivas, el servicio médico, las escuelas, la recogida de basuras, etc. etc, serían gestionados por otras empresas subcontratadas, que cobrarían a los que quisieran utilizar estos servicios.
Es verdad que el coste de estos servicios se verían sensiblemente aumentados, y que muchos de estos servicios tenderían a desaparecer. Pero ¿Para qué sirve una biblioteca, teniendo como tenemos la televisión? ¿Para qué sirven los centros culturales si tenemos internet? ¿Para qué los centros de mayores teniendo los soportales de la plaza o la citarilla de la plazuela de Palacio donde se pueden organizar unas tertulias interesantísimas?
Otra ventaja de estas medidas sería que muchos de los actuales locales municipales, incluido parte del ayuntamiento, quedarían sin uso y se podrían alquilar para restaurantes, y otras actividades turísticas, lo que supondría un apreciable ingreso para sufragar los gastos municipales...
- Le habla el contestador automático del Ayuntamiento. Si quiere hablar con Seguridad, pulse el 1; si quiere hablar con el auxiliar administrativo, pulse el 2; Si quiere hablar con el señor Gerente-Alcalde, no se moleste en marcar ningún número, porque le va a ser imposible hablar con él...
Pero, estoy seguro, los neoliberales tienen razón y por unas naderías como estas, no vamos a dejar de seguir privatizando...