Estos de la Organización Mundial de la Salud, cómo no deben tener mucho que hacer a pesar de la pandemia, no se les ha ocurrido nada más y nada menos que hacer una nueva clasificación de las Edades del Hombre.
Para empezar y simplificar han decidido que hay 5 etapas y dicen que la primera que va de los 0 a los 17 años, somos menores, como se dijéramos niños, que ya a los 17 muy niños ya no somos.
En la segunda se han pasado tres pueblos, porque dicen que somos jóvenes de los 18 a los 65 años. Y claro, a los 18, a los 25, a los 40, puede ser, pero a los 65 años ni los más optimistas, posiblemente solo los ilusos, se pueden considerar ya jóvenes.
La tercera etapa que llaman Edad Media, recoge a los que tienen de 66 a 79 años y no creo que nuestra media de edad esté en esas cifras.
Y en el cuarto apartado ya se atreven a llamar ancianos a los que tienen de 80 a 99 años, que si continúa lo del Covid-19 cada vez van a quedar menos.
Y en el quinto apartado los que tienen más de 100 años, a los que llaman mayores de larga vida.
Y así, de un plumazo, se han cargado a todos los viejos. Y también a los niños. Ya nadie es viejo, se pasa de ser un hombre de edad mediana a un anciano, o lo que es peor, una persona de larga duración que suena a algo así como esas pilas que duran, y duran y duran....
Y los niños? Pobres. Ya solo son menores; les han quitado la niñez, como a nosotros nos han quitado la vejez. Ahora se dirá: una persona de Edad Media acompaña a unos menores al colegio... y esos menores pueden tener ya cerca de los dieciocho.
Pues qué queréis que os diga, a mi me gusta decirme viejo. Tener esa edad en la que te sientas en un banco de la plazuela con los viejos amigos a contarnos lo achaques, y a recordar los tiempos en que éramos niños, jóvenes y adultos...
Y para los niños, qué lío, verdad? Ya no tendrán muy claro si su abuelo es todavía joven, de edad media, ha llegado a anciano o es, como las pilas, de larga duración, con lo fácil que era antes decir que el abuelito era ya viejo.
Y lo he dicho ya muchas veces, lo malo no es ser viejo, lo malo de verdad es estar viejo y eso lo puedes estar casi desde que eres menor.