Madrid, capital de España, cuenta desde el año 1982 con Mercamadrid, polígono alimentario líder en distribución alimentaria. Mercamadrid, el centro de negocios por excelencia de la alimentación, con proyección nacional e internacional, abastece a más de 9 millones de habitantes y es a su vez el gran mercado físico que reúne tanto a los Mercados Centrales de Pescados y Frutas y Hortalizas de Madrid, y al Mercado de Carnes.
Los accionistas de Mercamadrid son el Ayuntamiento de Madrid (51,13%), la Empresa Nacional MERCASA (48,63%), dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y accionistas minoritarios pertenecientes a gremios y usuarios (0,2 %). La gestión de la empresa está adscrita a la Consejería de Economía y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Madrid.
En 1973 el Ayuntamiento de Madrid y la empresa nacional Mercasa acordaron crear una sociedad que gestionara los mercados centrales de la capital. Fruto de aquel convenio surgió Mercamadrid, S.A. Dos años más tarde comenzaron las obras de lo que sería el mayor mercado de Europa y el segundo del mundo después de Tokio.
Mercamadrid se inauguró en 1982. En 2000 se inauguró el Centro Cárnico de Mercamadrid constituyendo el mayor mercado de carnes de Europa y uno de los más modernos del mundo con una superficie cercana a los 40.000 metros cuadrados.
El total de las instalaciones ocupan 176 hectáreas y hay instaladas 700 empresas comercializadoras de productos perecederos y de servicios generales que se prestan a los miles de personas que diariamente acceden a sus instalaciones que registran una afluencia media de 15.000 vehículos diarios, y 18.000 compradores de un radio de influencia que supera los 400 km.
Estos son los datos oficiales y estadísticos de Mercamadrid, pero esta mañana, invitados por nuestro amigo Isidoro, y después de obtener los permisos correspondientes, hemos amanecido en Mercamadrid.
Primero fue el mercado de pescados, que a pesar de ser el mes de agosto, presentaba una muy aceptable actividad. Allí estaba la mejor oferta de pescados y mariscos, como se puede ver en las distintas fotografías que ilustran esta entrada.
Después el mercado de frutas y verduras, con una extraodinaria oferta de los productos llegados de todas las regiones españolas.
Y para terminar, el mercado de carnes, en el que se podía eencontrar todas las carnes imaginables, que también podéis ver en las fotografías que acompañan al texto.
Depués, a la vuelta, cuando llegábamos a las curvas de la cuesta de Morata, hemos visto los primeros rayos del sol que llegaban a la vega del Tajuña. Ha sido un bonito amanecer de un día de mediados del mes de agosto.