Está en Chinchón, en la Urbanización de Valgrande, sobre la Vega del Tajuña. Es un complejo alrededor de un viñedo de 9 hectáreas situadas alrededor de la bodega, con diferentes variedades de uvas: Syrah, Cabernet, Merlot y algo de Tempranillo.
SEÑORÍO DE VAL AZUL, es el proyecto joven de una mujer emprendedora, Eva Rodriguez, directora de la bodega desde 2005, en el que ha puesto su saber y su ilusión para conseguir un vino de calidad.
Es una bodega poco tradicional, que se parece muy poco a la imagen que todos tenemos de las antiguas bodegas, en cuevas oscuras y tinajas mugrientas llenas de telarañas. “El tratamiento del viñedo, nos contó, también difiere de los antiguos métodos; se hace intentando la menor agresion al medio, con muchas labores manuales como la poda, poda en verde, etc. Se clarean de racimos las viñas para conseguir la optima carga de uva en cada cepa y de esta manera conseguir la mayor calidad posible”.
El pasado miércoles nos invitaron a una cata de sus productos. Eva, acompañada de Blanca Pérez del Camino, CEO de la empresa, nos enseñó primero los viñedos, después pasamos a conocer la bodega y sus instalaciones, viendo las naves de elaboración y envejecimiento.
De la cata que nos ofrecieron, podemos destacar su vino FABIO, una selección de las uvas más especiales de su viñedo, que otorga a este vino, resultado de un cupage de Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot, de alta graduación y taninos, una estuctura sedosa y redonda, gracias a la constante monitorización de su envejecimiento, durante más de un año y en barrica de roble francés, que realizan sus enólogos .
Esta variedad tiene una producción limitada de solo 3.500 botellas, y está compuesta de 40% Cabernet Sauvignon, 30% Syrah y 30% Merlot.
Las anfitrionas nos transmitieron sus conocimientos y nos hablaron de su proyecto empresarial en el que además de la elaboración y venta de sus vinos, está la organización de eventos, como bodas y demás celebraciones, en este paraje único, que empieza a ser conocido como la Toscana madrileña.
Otra oferta más que Chinchón ofrece a sus visitantes, como una muestra de su vocación de progreso y su idea de un turismo de calidad.