Del 16 al 18 de diciembres se reúnen en Chinchón los representantes de los 105 pueblos más bonitos de España en la asamblea que celebran cada año rotativamente en uno de los pueblos asociados.
La Asociación está haciendo una buena labor de promoción de estos pueblos que además de su atractivo monumental, paisajistico e histórico, estaban atravesando una situación de precariedad que el turismo ha podido paliar.
Estos pueblos, la mayoría pequeños, tenían una economía basada en el sector primario, agricultura, ganaderia, pesca y silvicultura; pueblos que no habían accedido a la industria y que muchos habían perdido la atracción por los servicios que antaño ofrecían a sus comarcas.
Precisamente por el estancamiento económico durante el último siglo, estos pueblos han conservado su esencia y es precisamente el haber conservado su fisonomía lo que ahora les hace tan atractivos al turismo.
Porque es el turismo, esa nueva industria, el que puede relanzar a todos estos pueblos, muchos de ellos ya casi abandonados, que también han recobrado el interés residencial.
Pero estos pueblos disponen de unas infraestructuras adaptadas a sus necesidades pasadas y, las que requieren la nueva situación, suponen un reto importante que no tienen más remedio que solucionar si quieren que esta nueva industria sea sostenible.
Por otra parte, como decía antes, en estos pueblos están fijando su residencia nuevos vecinos, que como los oriundos, ajenos a la explotación turística, tienen unos derechos que es necesario salvaguardar.
La afluencia de personas y vehículos, sobre todo en los fines de semana, que superan en muchos casos a los propios habitantes, sobrepasa su capacidad de absorción y ordenamiento. Se hace imprescindible la habilitación de aparcamientos y el ordenamiento de la circulación para dar un buen servicio a los visitantes y evitar molestias a los residentes.
Por otra parte, esta nueva industria solo beneficia directa o indirectamente a una parte de la población, pero todavía quedan personas ajenas al turismo, por lo que los Ayuntamientos, que tienen la obligación de potenciar esta nueva actividad, también deben atender las necesidades de todos los vecinos.
En los presupuestos municipales habrá que conseguir que la promoción turística no deteriore su economía, sino que sea la propia industria turística la que, no solo sufrague los gastos que genere su promoción, sino que también colabore activamente en la adecuación de las infraestructuras del pueblo a la demanda que está creando el turismo.
Por otra parte, esta nueva actividad no solo requiere la oferta monumental y paisajistica, sino que también es necesario dar una oferta adecuada en restauración y alojamiento. En todos estos pueblos han proliferado los restaurantes, los hoteles y sobre todo, las casas rurales que se adecuan perfectamente a la demanda.
Pero, como se dice, no solo de pan vive el hombre; la visita para ver estos pueblos puede durar unas horas, que unidas a la comida, no cubre toda la jornada, por lo que también es conveniente ofrecer otras alternativas culturales, como museos, visitas guiadas, acceso a los monumentos, ferias, teatro, conciertos, etc, etc. Actos de los que también se beneficiarán los propios vecinos.
Es pues una importante labor de adaptación a una nueva situación que trae beneficios económicos para los pueblos, pero también puede crear tensiones de convivencia.
Sin querer ser alarmista y, por supuesto salvando las (larguísimas) distancias, veamos lo que está pasando en Venecia, donde ya se restringe el acceso, o las reclamaciones de los vecinos de la Plaza Mayor de Madrid. Hay que evitar por todos los medios que en estos pueblos pueda surgir un movimiento social “anti turismo” que se pueda convertir en político, lo que a la larga sería perjudicial para todos.
Me figuro que los ediles de estos 105 Pueblos, que estos días nos visitan en Chinchón, serán conscientes de esta situación y estarán trabajando para que los pueblos que representan y sus habitantes progresen y sepan aprovechar esta oportunidad que tienen de potenciar la herencia que recibieron de sus antepasados.
Mucho éxito y bienvenidos a mi pueblo.
El Eremita.
Nota: El Ayuntamiento de Chinchón obsequiara a los representantes de estos pueblos con un ejemplar del libro “Crónicas de un pueblo” de Manuel Carrasco Moreno; en una edición restringida conmemorativa de esta asamblea que se celebra en Chinchon