Ver a los animales en la naturaleza es una forma de disfrutar. Pero hay animales que se hacen querer, y que además se mimetizan con su entorno hasta que parece que falta algo cuando no están.
Eso pasa con los patos, que tanto cuando pasean., como cuando nadan, parecen una parte inseparable del paisaje.
En el estanque, forman como un ballet surcando las plácidas aguas de la laguna que parecen un espejo donde se reflejan con sus tonalidades blancas y marrones.
Después, un paseo en busca de la comida, en perfecta formación.
Las fotos están tomadas en las lagunas del Puente de Arganda, en la carretera de Chinchón y las tomé hace unos días en una excursión que hicimos los amigos.