Santiago era hijo de Zebedeo y, posiblemente, de Salomé. Era hermano de Juan el Apóstol. Su maestro Jesús les puso el sobrenombre de «boanergués», que significa «hijos del trueno» . Fue uno de los primeros que recibieron la llamada de Jesucristo, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano.
Según una tradición medieval, tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.
Santiago habría hecho todo el viaje de vuelta desde España hasta Jerusalén para encontrar a la Virgen (ya que ella seguía viva allí, en la capital de Judea) antes de su dormición, hallando la muerte ante Herodes Agripa en el martirio.
La leyenda se cierra con que sus discípulos habrían llevado su cuerpo (conservado de alguna manera) por el mar Mediterráneo en una mítica embarcación de piedra y habrían costeado el Atlántico nuevamente hasta Galicia, donde lo habrían enterrado justamente en Iria Flavia, donde el obispo Teodomiro lo halló en el siglo IX.
Y ya puestos a fantasear, alrededor del año 813, en tiempos del Rey de Asturias Alfonso II el Casto, un ermitaño cristiano llamado Paio le dijo al obispo gallego Teodomiro, de Iria Flavia, que había visto unas luces merodeando sobre un monte deshabitado. Hallaron una tumba donde se encontraba un cuerpo degollado con la cabeza bajo el brazo.
Pero es que además, en el siglo XII se redacta en Santiago de Compostela el llamado Privilegio de los Votos que atribuye al rey Ramiro Iº una victoria frente a los moros en Clavijo en 844, victoria obtenida gracias a una aparición de Santiago. Agradecido, el rey habría hecho el voto que todos los habitantes de España pagasen al Apóstol, o sea a su santuario, una cantidad anual. Según este mismo documento, la victoria en Clavijo puso fin a la entrega anual a los enemigos de un vergonzoso tributo de cien doncellas cristianas. La primera representación de Santiago a caballo, de principios del siglo XIII en la catedral compostelana, muestra las doncellas arrodilladas ante el caballo de Santiago.
Precisamente, en el retablo de la iglesia de Chinchón se representa así al Apostol Santiago, montado a caballo y matando moros.
Y es que en Chinchón, la devocion a Santiago Apostol tuvo una gran tradición. Había una ermita con su nombre, a la salida del pueblo, en sitio llamado “Ventorro” cerca donde está el está colocado un gran mojón de piedra de base cuadrada, terminado en pirámide, en el que se dice que fue colocado en el año 1772, en tiempos del rey Carlos III. Este mojón de camino, actualmente se conoce como “Boliche de Santiago”.
Las palomas dándose el baño matinal en la Fuente-Arriba, antes de que sonase el cohete anunciando el encierro.
Sin embargo, en la actualidad, se ha perdido todo el componente religioso de la fiesta, y sólo ha quedado la tradición taurina, aunque en las circunstancias actuales, está dejando de tener una justificación lógica, dado que en la mayoría de las regiones de España ya no es día de fiesta. En Chinchón este año ha sido festivo aunque había mucha menor afluencia que otros años porque la mayoría de los que trabajan fuera de Chinchón, con lo que está cayendo, no podían faltar al trabajo.
Para todos ellos, y para los que no pudieron asistir ayer al encierro, os dejo este pequeño reportaje fotográfico:
Y como todos los años, cuando se terminó el encierro, como se puede ver, se marcharon los vencejos y el cielo quedó así de limpio.