En los próximos días vamos a vivir momentos de exaltación patriótica, y no precisamente con motivo de las elecciones generales; no. El motivo van a las olimpiadas de Brasil y el campeonato de Europa de fútbol en Francia, y de ese país vamos a importar una palabra: el chauvinismo.
Durante estos días vamos a presumir, esperemos, de los mejores atletas y deportistas, y en ellos vamos a personificar todas las esencias de nuestros valores patrios.
Sin embargo, muchos de estos deportistas no demuestran ningún mérito para ser merecedores del aprecio de todos nosotros.
Dejando aparte sus méritos deportivos, que los tienen, algunos de ellos no demuestran ningún valor ciudadano y no tienen ningún reparo en empadronarse en otros países para eludir el pago de impuestos en España aunque se beneficien del apoyo oficial que reciben.
Pero seguro que nosotros seguimos emocionándonos con nuestros atletas que se arropan con la bandera de España y no colaboran, como debieran, con la Hacienda de nuestro país.
Y lo malo es que seguirán siendo mostrados como ejemplo para los jóvenes...
Lo dicho, que el chauvinismo fue un invento del que muchos se benefician y con lo que nos engañan a los demás...