Hace ya mucho tiempo leí la novela de Pearl S.Buck y hoy me ha venido el recuerdo de su título, posiblemente porque a partir de no demasiado tiempo vamos a tener que estar pendientes en Chinchón de dónde sopla el viento, del este, del oeste, del norte o del sur, para ver si tenemos que preparar o no la mascarilla.
Y es que, como podría esperarse, la presencia de la Planta de Compostaje de Villaconejos ha pasado a un segundo plano en los temas de actualidad de Chinchón. Y con esto contaban sus defensores y promotores.
Por otro lado, me consta que la distintas plataformas reivindicativas, las Asociaciones afectadas y las Autoridades, continúan con sus acciones.
La noticia ya ha saltado a la prensa nacional con un reportaje de Interviú, con el impactante título de "El estiércol que escondían los alcaldes", y la plataforma de afectados del Nuevo Chinchón ha lanzado una campaña para recaudar fondos. También se están haciendo gestiones con expertos en Medio Ambiente y consultas a Asesores Legales especializados; incluso se han realizado algunas reuniones de todos los interesados, pero no parece que haya una línea de actuación homogénea.
Es el momento de la unidad. Nadie, por si sólo, puede conseguir resultados eficaces; hace falta unidad de acciones y, sobre todo, la implicación efectiva de partidos políticos, autoridades, asociaciones y plataformas. Si no, tendremos que irnos acostumbrando a los camiones llenos de basura y a los olores desagradables que nos irán llegando cuando el viento role del este al oeste.