Cuentan que los habitantes de Salobreña, un bonito pueblo turístico de Granada, de siempre han tenido como tradición saltar al mar desde el “peñón” que hay en los acantilados. Cuentan también que desde el Consistorio están estudiando la posibilidad de multar a los que practiquen este “deporte”, por considerarlo “demasiado” peligroso, al haberse producido algunos accidentes.
No han faltado detractores y partidarios de esta iniciativa que, parece ser, se ha pospuesto por el momento para no herir “susceptibilidades”. No obstante en la mayoría de los medios se opina que podría ser una medida idónea para evitar que algún desaprensivo pierda la vida.
¿Qué pensaríamos si el Ayuntamiento de esta población, incluyese en sus fiestas patronales como atracción turística un campeonato de “Salto del Peñón”, por supuesto sin obligar a nadie a participar?
En Xátiva, un pueblo valenciano, con motivo de las fiestas patronales han contratado al toro “Ratón”, anunciado como “sanguinario” y “peligroso”, que haciendo honor a su fama se ha cobrado una víctima mortal más, en su ya larga carrera de “accidentes”, entre los que se pueden contabilizar 3 muertes y varias decenas de heridos.
¿Parece lógico que una Corporación Municipal programe en las fiestas de su pueblo una actividad potencialmente peligrosa para sus ciudadanos aunque, por supuesto, nadie es obligado a participar?
Y todo ello “justificado” por una supuesta tradición que se quiere mantener a ultranza, sin tener en cuenta que los tiempos han cambiado y que muchas otras costumbres y tradiciones se han abandonado porque nadie con dos dedos de frente se atrevería a defender el mantenimiento de costumbres obsoletas, anacrónicas... y demás muy peligrosas.