No asisto a los plenos del Ayuntamiento, aunque pienso que sería saludable que los ciudadanos nos pasásemos por allí para conocer de primera mano lo que allí se habla, sin tener que esperar a que nos cuenten por los soportales, o podamos leerlo en la página web del Ayuntamiento, cuando, pasado el tiempo, se aprueban las actas y ya se pueden publicar.
Y eso es lo que suelo hacer: leer las actas de los plenos... aunque tengo que reconocer que es una tarea bastante laboriosa porque la redacción de las mismas parece que está hecha para desanimar a los más perseverantes, por lo farragoso de su contenido. Pero si no te desanimas y terminas por leértelos todos, el resultado es mucho más penoso aún. Ves descorazonado que nuestro ediles se suelen enzarzar en disquisiciones bizantinas y muchas veces sin sentido, como cuando se cuestionaba si el señor alcalde podía tomarse una Coca Cola en el pleno o sólo debía tomar un vaso de agua, además de conocer las propuestas presentadas por el equipo de gobierno en lo que va de legislatura y los resultado de las votaciones. Seguro que algunas os van a sorprender.
Os aconsejo que os animéis y, con un poco de paciencia, en estos días de lluvia que no sabes qué hacer, os leáis todas las actas de los plenos y comprobéis que no exagero nada, y podréis ver, cómo allí se dice que hasta algunos de los funcionarios se posicionan a favor o en contra de algunos de los partidos sin que se tomen las medidas oportunas para cortar de raíz estas anomalías.
Mientras nos decidimos a acercarnos por el Ayuntamiento, nos conformaremos con seguir leyendo las actas de los plenos, para conocer lo que allí se está cociendo.