Yo no suelo ver el hormiguero de Pablo Motos, pero parece ser que el otro día se “defendió” de las acusaciones de machista que había recibido del Ministerio de Igualdad, argumentando que era un despilfarro el que dicho Ministerio se hubiera gastado no se cuanto dinero de los españoles en ello. Lo de responder a lo que se le acusaba con argumentos ya era menos importante. Y es que estos días parece que está de moda eso de meterse con ese ministerio y más propiamente con su ministra.
Dejando aparte las soeces palabras de la señora de VOX, a la ministra se le ha acusado de todo; desde inútil e ignorante, a ser la única responsable del desaguisado de la ley llamada de “Solo si es si”.
Parece ser que en la redacción de esa ley han participado cinco ministerios, la Abogacía del Estado, el Consejo de ministros en el que hay tres jueces, el Congreso de los Diputados y el Senado; que los partidos políticos han podido hacer alegaciones a su contenido, y resulta que a nadie se le pasó por la cabeza los detalles que ahora hacen rasgarse las vestiduras a propios y extraños. Pero resulta que para muchos la única culpable es Irene Montero, o sea, la mujer de Pablo Iglesias.
No hay duda que Pablo Iglesias ha cometido errores a lo largo de su carrera política y que los seguirá cometiendo en su actual vida profesional; más o menos como todos los mortales; pero debe ser muy peligroso porque no ha dejado de ser el objetivo prioritario de la derecha, y que cuando no hay algo de que acusarle a él, pues se acusa a su mujer, que todo vale.
Y la derecha mediática no para de trabajar como hormiguitas para intentar desprestigiar todo lo que pueda hacer, decir, promover y proponer el “coletas” (aunque ya se la ha cortado) y sus alrededores.
Y que conste, que no estaría mal que los de las izquierdas dejaran de pegarse tiros en los pies, y de una vez trataran de ponerse de acuerdo.