Uno, cuando sale por ahí se suele
encontrar con mucha gente. Yo la verdad, nunca me había encontrado con un
libro… quiero decir que nunca había encontrado un libro a quién hacer una
entrevista.
Os lo voy a presentar. Me lo
encontré, casi por azar, el otro día dándome un paseo por internet, ese parque
gigantesco por donde me gusta pasear a veces. La verdad es que ya me había
hablado de él un amigo, que le conocía; mejor dicho, que conocía a su padre.
A primera vista me pareció muy
simpático y bastante dicharachero para su edad. Me dijo que apenas si tenía
ocho meses y que su padre le había puesto el nombre de “Con
permiso del viento”, un nombre raro para un niño, pero parece que normal si
se trata de un libro; y que además tenía un apellido también un tanto raro. Me
dijo que era de la familia de los “Déjame
ayudarte a tener un buen día”.
Le pregunté cómo se le había ocurrido a su padre ponerle el nombre tan raro de “Con permiso del viento”. Me contestó: “¿Sabes que Ortega y Gasset decía: "mis circunstancias y yo"?; Pues mi padre dice, que él iba más allá: "MIS CIRCUNSTANCIAS SOY YO". Que somos la suma de todo lo bueno y lo malo que el viento va depositando en nosotros, somos recipientes con complejo de dioses, meros portadores venidos a más con pequeños márgenes de libertad para dirigir nuestro destino. El viento manda, y es absurdo intentar comprender por qué sopla en la dirección que sopla, pues él es ajeno a cualquier medida que nosotros podamos comprender. La vida es viento, la vida es caos. Dicho esto, no nos queda más remedio que aprender a desenvolvernos con torpe y confusa soltura en él, a menudo a rastras”. Esto, según, le había dicho su padre para justificar la elección de su nombre.
Me contó también que, al principio, su padre le tenía recluido en el disco duro del ordenador, pero que ahora vive
en una estantería con otros hermanos y conocidos y que está aprendiendo mucho
de ellos.
Tiene otros hermanos, que se
llaman:
“Un día de Terapia”. Radiografía
de las emociones.
“Legado”. El arte de dirigir tu
vida, y
“Diario terapéutico de un
extraterrestre”. Guía para humanos. Todos ellos con el mismo apellido de Ayudar
a los demás a tener un buen día.
Él no lo dice, pero tengo la
sensación de que tiene algo de envidia de sus hermanos, sobre todo del mayor
que ya está presumiendo en los escaparates de las librerías. Ahora, me ha dicho, ya su padre le ha dejado
salir a Internet lo que le permite que muchos, como yo, le puedan conocer.
Estuvimos hablando mucho tiempo.
Intercambiamos nuestras opiniones sobre lo ocurrido en Paris, llegando a la
conclusión de “que todo era muy complejo, que ninguno de los dos teníamos la solución,
pero que era importante que, entre tanta confusión, duda y amargura, el comprobar
que cada vez hay más personas que afirman que lo que ha pasado en París además
de una gran pena, es un dilema de complejo abordaje.
Me decía que siguen existiendo
simplistas en ambos bandos, desde los que quieren solucionarlo exterminando a
los malos hasta los que pretenden hacerlo tocando Imagine en la calle, pero la
mayoría, y me gustaría pensar que esto no era así antes de la Segunda Guerra
Mundial, pensamos que es un problema complejo, muy complejo, que requiere
reflexión, temple y determinación a partes iguales”.
Los dos llegamos a la conclusión
de que, más allá de esto, sentimos una enorme conmoción por el sufrimiento de
todas esas personas y sus familiares, la misma que se siente por cualquier otra
manifestación de sufrimiento que se da en este nuestro extraño y bello planeta.
Me dijo que su padre se llama Rafael Romero Rico, que es licenciado
en psicología y que ha hecho un montón de cursos, y que además está muy ocupado
porque no para de escribir, dar clases y atender a sus pacientes.
Me dijo que como era difícil que
me lo pudiese presentar me daba su enlace en internet:
http://rafaelromerorico.com/
“Con permiso del viento” habla del noble propósito de seres pequeños haciendo cosas grandes en un mundo que es infinitamente más grande que ellos.
Yo os recomiendo que os deis una
vuelta por la página, seguro que encontraréis algo de vuestro interés, pero,
sobre todo, una forma de enfocar los temas de la psicología de una forma seria
y profesional, pero a la vez amena, sencilla, con un enfoque literario, no
demasiado frecuente en asuntos científicos, y asequible para todos.