VALDELAGUNA tiene una población de unos 1000 habitantes, está a poco más de 6 kilómetros de Chinchón y todos los Chinchonetes nos hemos dado una vuelta por allí, cuando celebran sus fiestas de San Antón, Santo Toribio o la Virgen del Carmen; o para comprar el queso de oveja de Gigorro, o el buen vino de Pablo Morate; incluso algunos tenemos amigos abubillos. Y es que los nacidos allí tienen ese gentilicio, y así lo justifican en la página web de su Ayuntamiento:
“Cuenta la leyenda, en tiempos lejanos, pasó un vecino junto a la peña que está en el camino del cementerio y oyó un melódico sonido «bur, bur». Raudo, avisó a los vecinos del pueblo que se congregaron alrededor de la peña para descubrir aquel extraño ruido.
Uno de ellos pensó que se podía tratar de la Virgen que se encontraba cautiva bajo la piedra, y que quizás estaba diciendo que si no la sacaban se iría a Burgos.
El pueblo se propuso liberar a la Virgen pero debían pensar en la forma de hacerlo sin que sufriera daño alguno. Para ello, se decidió romper la piedra tirando huevos contra ella.
Los vecinos congregados, llevaron todos los huevos que encontraron, y cuenta la historia, que fueron tantos los que tiraron que se formó un río de claras y yemas de tal magnitud, que llegó a ahogar a unos bueyes que en ese momento pasaban por la cercana carretera de Perales.
Con este sistema no hubo forma de romper la peña pero de una de sus grietas salió una abubilla, descubriendo que el ruido que oían no provenía de la Virgen sino del pequeño animal”. Y desde entonces se conoce aquel lugar como “La Peña huevera”.(Exagerado es, pero así lo cuentan).
Dejando aparte las leyendas, Valdelaguna ofrece interesantes muestras patrimoniales.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asuncion: templo de planta irregular construido en distintas fases entre los siglos XIV y XXI. Fue saqueada durante la Guerra Civil lo que supuso la pérdida total de los bienes muebles conservados hasta entonces. Actualmente lo más interesante del conjunto son las pinturas del ábside, datadas en el siglo xv, que constituyen un caso excepcional de mural hispanoflamenco de la Comunidad de Madrid.
Casa del Cura: llamada así ya que actualmente es la casa rectoral. Edificio de mampostería con zócalo, esquinas y recercados de sillares y cornisa escalonada de ladrillos datado en el siglo XVII. Su interés se centra en la portada compuesta por un arco de medio punto con sillares de llagas remarcadas rematado por un frontón triangular con bolas herrerianas en sus vértices. El blasón de la clave del arco da testimonio del origen del linaje Quiñones de Benavente en esta villa, según nos contó Ignacio Bermeja Gigorro en su trabajo: "QUIÑONES DE BENAVENTE" -PISTAS DE UN LEGADO- que obtuvo el segundo premio en el concurso de investigación de Chinchón y su Comarca del año 2016. El edificio alberga un archivo con documentos que se remontan al siglo xv, de gran interés para el estudio de la historia del municipio. Es tradición que la casa perteneció a Manuel Godoy, aunque no existe documentación que lo demuestre.
Valdelaguna y Chinchón comparten parte de su historia y siempre han tenido una buena relación, como lo demuestra que a finales del año 1808 allí se refugiaron muchos vecinos de Chinchón cuando los franceses asolaron el pueblo.
Esta era una visita obligada de buena vecindad, que el Eremita tenía pendiente desde ya hace tiempo y que hoy he podido cumplir.