Yo nací a principios de junio junto a una preciosa charca rodeada de rosales y de margaritas. Soy muy activa y, según dicen, de una voracidad desconocida para una señorita de tan poca edad. Mi familia me pusieron Ylenia de nombre y mis conocidos no tardaron mucho en darme el sobrenombre de "la vampira". Vamos que no soy lo que se dice una mosquita muerta... Por ahora. Pero es mejor que me presente como Dios manda.
Como os he dicho me llamo Ylenia y soy una mosquita. No, no soy una mosca pequeña, sino una hembra de mosquito. Debo tener así como veinte días, por lo que me queda de vida poco más de una semana. Pero aunque mi vida va a ser corta, he tenido una actividad frenética y ya he perdido la cuenta de las personas que llevo picadas. Y como yo me digo, ¡que me quiten lo picado!
Tengo que confesar que he adquirido en mi corta vida una técnica de picado de altísima calidad. A falta de experiencia, que es muy difícil adquirir en el periodo de vida que nos ha dado la naturaleza, disponemos de un "recuerdo" genético atesorado en más de cien millones de años de existencia, y es que, como se suele decir, nacemos ya sabidos.
Yo procedo de los famosos "anófeles" (de toda la vida), pero cruzada ya hace mucho tiempo con la familia de los "tigris", que nos hace muy dañinos, y sobre todo bastante molestos.
Ahora vivo en una mansión que sus dueños dedican a casa rural con encanto, que tiene una condiciones ideales para toda mi familia. Además de una vegetación exuberante, dispone de una piscina en la que nunca falta una persona que echarse a la boca, y que además se van renovando periódicamente, con lo que yo ya llevo probadas bastantes nacionalidades.
A mi me gustan mas los nórdicos porque están más sonrosados, y tienen las pieles mas finas. ¡Ah, se me olvidaba! Aunque mi familia solia inocular la enfermedad de la malaria, yo ya no. Con el cruce genético ya no soy tan peligrosa, pero mis picotazos escuecen un montón. No veáis como se rascan esos jodios rubios, llegados del norte de Europa, y cómo terminan hechos un "cristo".
Bueno, que me tengo que marchar. Mi marido se está alimentando de las flores del jardín, porque el no pica a las personas, y mientras yo me voy a dar una vuelta por la piscina, Está anocheciendo y he visto que han llegado unas niñas monísimas en bikini, y me voy a dar un festín.
Posiblemente cuando vuelváis por aquí, yo ya no estaré, pero no os procuréis porque acaba de pasar a crisálida una prima mía que promete, y a poco que me descuide, seguro que es capaz de batir mi récord, que ya ha pasado a la historia de mi familia.
Lo dicho, ya saben que Ylenia la "vampira" está a su disposición, por si necesitan un buen picotazo.