Ahora que las "tapas" se ha puesto de moda en Chinchón con motivo de la promoción realizada hace unas semanas, he recordado una excelente y poco conocida, fuera de Chinchón, de una tapa de temporada: los "ajetes" fritos.
Los ajetes son los ajos tiernos cuando todavía no están totalmente granados y la cabeza apenas si empieza a sobresalir. Entonces se, limpian, se cortan dejando un poco del tallo verde y quitando las "barbas", se hacen dos hendiduras en el tallo, sin llegar hasta las puntas y se ponen a freír en aceite no demasiado caliente, hasta que se toman un color dorado, sin que lleguen a quemarse.
Se sacan del aceite se rocían con sal y ya están dispuestos para degustar una tapa excepcional.
Es un aperitivo de primavera que solían preparar los agricultores mientras hacían la comida en el campo. Se suele hacer ahora en las casas particulares, aunque también lo pueden encontrar en algún restaurante de Chinchón. Por si acaso, lo podéis preguntar, y seguro que os encantará.
También se pueden conseguir los ajetes de invernadero, aunque, lógicamente, no es lo mismo.
Se riega con un buen tinto de la tierra.