Mi amiga Estrella Benito, escribidora de relatos y excelente poeta, me ha regalado dos libros.
Dos libros diferentes y los dos muy apreciables. El primero, “Fantasía y Movimiento: ULPIANO CHECA”, que fue editado con motivo de la exposición de las obras de este pintor de Colmenar de Oreja, en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que tuvo lugar del 5 al 30 de septiembre de 2007, a la que tuve la oportunidad y la dicha de asistir, con lo que este libro me ha hecho revivir aquellas impresiones que experimenté visitando la exposición.
El segundo, un libro de poesía: “La lumbre del invierno” de Francisca Sansegundo. Una amiga de Estrella, que había nacido en Aranjuez en 1955 y que partió hace ya tres años, pero que sus amigos han querido recordarla con la edición de este libro, hecho con cariño y admiración. Todos la conocían por Paki, de la que dicen “Ha legado a la posteridad la rama de una tarde florecida y un sol de oro que hace lumbre en la memoria... Este libro, LA LUMBRE DEL INVIERNO es, pues, su tade floreciendo y su eterno corazón de sol ardiente. La conocíamos por Paki. Será todo lo que la Poesía vierta por la tierra.
Hoy quiero unirme a este homenaje con uno de sus poemas, elegido al azar, que ella tituló “La golondrina”.
Me invento unas alas
y soy golondrina
para escapar de la noche
que atormenta el vuelo.
Me invento un vuelo
y bebo los vientos,
paso los mares,
acaricio el rocío
que besa una rosa.
Y soy golondrina
que llevo mis sueños
de esquina en esquina.
Me invento la tierra
y miro la arruga del dolor
de un niño con la boca seca
que me pide agua,
y yo le doy una de mis lágrimas.
Me invento amores
y, cuando el sol se calla,
anido bajo el tejado
que proege tu casa.
Y soy golondrina
que llevo mis sueños
de esquina en esquina.
Gracias, Estrella.