(Retrato de Carlos Alonso, de Vicente Vela)
Han pasado más de once años desde que nos dejó. En varias ocasiones le he citado en este blog, en sus facetas como escritor, cronista, pintor, poeta e historiador; y sobre todo como un chinchonense voluntario, porque él quiso ser uno más de nosotros y siempre demostro un gran cariño por Chinchón.
Hoy me apetece hacerle un pequeño y humilde homenaje desde aquí. Para ello, he rescatado una carta que le mandé a través de la revista "Fuentearriba" unos días después de que nos dejara para siempre. Además he querido ilustrarla con varios de sus deliciosos dibujos de Chinchón. Es en tu recuerdo, Carlos.
28-11-96.
Amigo Carlos, compañero:
Te escribo desde el dolor de tu apresurada muerte. Una muerte no anunciada, sino más bien apenas intuida por los amigos que te queríamos. Hemos vivido estos últimos meses en la cercana distancia del respeto a tu decisión de vivirlos íntimamente con los tuyos, seguro que para no hacernos sufrir a los que habíamos compartido contigo otros tiempos de ilusión, de creatividad,de entusiasmo y de afanes culturales y sociales para nuestro pueblo. Y los hemos vivido con la débil esperanza de un giro inesperado aunque deseado en las lúgubres predicciones que adivinábamos.
Amigo Carlos, compañero:
Te escribo desde el dolor de tu apresurada muerte. Una muerte no anunciada, sino más bien apenas intuida por los amigos que te queríamos. Hemos vivido estos últimos meses en la cercana distancia del respeto a tu decisión de vivirlos íntimamente con los tuyos, seguro que para no hacernos sufrir a los que habíamos compartido contigo otros tiempos de ilusión, de creatividad,de entusiasmo y de afanes culturales y sociales para nuestro pueblo. Y los hemos vivido con la débil esperanza de un giro inesperado aunque deseado en las lúgubres predicciones que adivinábamos.
Cuando hoy, salía de Madrid, ¿ Cuantas veces no habremos hecho los dos este viaje hasta Chinchón, cada semana durante los últimos años ? la mañana no acompañaba a mi estado de ánimo. Tenía el cielo que haber estado cubierto por negras y amenazantes nubes acompañadas de vientos impetuosos que zarandeasen las ya semidesnudas ramas de los árboles. Pero no, la mañana era limpia, los primeros rayos del sol iban levantando una liviana bruma matinal entre los olivos,e iba adornando sus copas con pinceladas doradas, mientras los ocres, los amarillos y los rojizos tonos otoñales iban tintando la vega del Tajuña.
Entonces comprendí que la naturaleza se había dispuesto para acompañarte en este tu último viaje hasta "tu" pueblo. Chinchón era tu pueblo porque siempre lo has llevado en tu corazón, hasta que se te salía, poco a poco, en tus dibujos, en tus pinturas y sobre todo en tus entrañables y personalísimas "fachadas" de sus casas más representativas.Y seguro que cuando has divisado allá en la lejanía del horizonte la primera silueta de Chinchón habrás notado que hoy los cipreses del cementerio estaban como más estirados, sin duda para darte a tí la bienvenida.No sé si te habras dado cuenta, pero cuando D.Moisés en su homilía, nos decía que tu no estabas muerto del todo, que algo de tí siempre viviría entre nosotros, un rayo de sol que entraba por el ventanal gótico que da al oriente de la Iglesia ha iluminado, durante no más de un par de minutos la cara de la Virgen en el cuadro de la Asunción de Goya, sin duda en reconocmiento de tu último trabajo literario sobre la vida del pintor en nuestro pueblo. Yo conocía la ilusión que tu habías puesto en esta aventura - ¿ hay mayor aventura que escribir en Chinchón ? - y estoy seguro que desde tu actual atalaya verás su publicación.
En ese momento he decidido escribirte esta carta para recordarte en los dias de tu plenitud personal y artística, cuando, como te decía antes, habíamos compartido ilusiones e inquietudes.
Te recuerdo en el dia que nos presentaron, cuando recien llegado, me contabas ya tus deseos de integrarte de pleno en Chinchón. Me acuerdo de la primera exposición de pintura que organizamos con Tito Lozano en el Club Santiago con motivo de las fiestas de la Misericordia, y en la que exponian entre otros, Javier Vinader e Isabel Roldán, con quienes, sin duda, hoy te habrás encontrado para continuar con ellos los preparativos de la magna exposición que organizaremos cuando todos los demás nos reunamos con vosotros.
Te quiero recordar cuando inaugurasteis vuestra casa de Chinchón y reunisteis a todos los amigos y les pusimos el reportaje que habíamos realizado en las fiestas de San Roque, con el que iniciaste tu carrera de locutor-presentador que despues continuarias en Radio Chinchón e incluso en tu colaboración con Telemadrid con motivo de la retrasmisión de una corrida de toros desde Chinchón.
Te quiero recordar cuando inaugurasteis vuestra casa de Chinchón y reunisteis a todos los amigos y les pusimos el reportaje que habíamos realizado en las fiestas de San Roque, con el que iniciaste tu carrera de locutor-presentador que despues continuarias en Radio Chinchón e incluso en tu colaboración con Telemadrid con motivo de la retrasmisión de una corrida de toros desde Chinchón.
Recuerdo el dia de la presentación de tu libro "Los Toros en Chinchón" que habias escrito con tu amigo Juan Miguel Sánchez Vigil, y cuando conseguiste terminar junto con Manolo Gómez Zia el plano de Chinchón que ahora "cuelga" enmarcado en la mayoria de nuestras casas.Y recuerdo nuestras largas charlas en el "Rincón del Arte" que era visita obligada de todos los que llegaban a Chinchón con inquietudes artísticas y culturales, a quienes tu siempre tratabas de ayudar cuando te comentaban sus iniciativas. Por allí han pasado periodistas, actores, cantautores, pintores, escultores... es una lástima que no nos hayas dejado lo que podría haber sido un curioso diario con todas las anécdotas que sin duda has vivido con estos personajes, y que podrias haber titulado: " Desde mi Rincón".
Empezaba esta carta diciendote que te escribia desde el dolor de tu muerte, pero ahora debo rectificar y decirte que quiero terminar esta carta desde la satisfacción de haber tenido un amigo y un compañero que ha sido lo más importante que se puede ser: un hombre bueno. Te vamos a recordar como pintor, y tu pintura era el reflejo de tu alma: delicada, detallista, concienzuda, bonita...Te recordaremos como escritor, y tu estilo era como tu caracter: recto, sencillo, directo, creativo...pero sobre todo, te vamos a recordar como persona, porque eras un hombre íntegro, que siempre ha ido por derecho para defender lo que considerabas justo, aún a costa de enfrentamientos que tu nunca buscabas pero que tampoco intentabas reuir si para ello tenias que renunciar a tus principios. Habrá quienes no hayan estado de acuerdo con algo de lo que tu hacias, pero nadie te podrán echar en cara que actuases por intereses materiales y que no estuvieses siempre dispuesto a colaborar en cualquier iniciativa promovida por nuestro pueblo, aunque, lo recordarás, yo te advirtiese, en algunas ocasiones, que no todas estas iniciativas estaban inspiradas en ideas altruistas.
Amigo Carlos, compañero en la andadura de quijotes, tu familia y tus amigos seguiremos recordándote siempre, porque fuiste capaz de dejarnos algo de tí a cada uno de nosotros. Te aseguro que cuando pase mucho, mucho tiempo, por ejemplo a finales del siglo veintidos, alguien se encontrará, puede ser que lleno de polvo y medio roto un libro titulado "Goya en Chinchón" y te hará revivir en su recuerdo.
Hasta siempre,
Manolo
Hasta siempre,
Manolo