El otro día, hablando de que el Cáliz de doña Urraca podría ser el Santo Grial, os comenté que había hecho una visita a San Isidoro de León.
La Real Colegiata Basílica de San Isidoro o, simplemente, San Isidoro de León, es uno de los conjuntos arquitectónicos de estilo románico más destacados de España, por su historia, arquitectura, escultura, y por los objetos suntuarios románicos que se han podido conservar. Presenta la particularidad de tener un Panteón Real ubicado a los pies de la iglesia, con pintura mural románica y capiteles excepcionales, todo lo cual hace que sea pieza única del mundo románico de la época. El conjunto fue construido y engrandecido durante los siglos XI y XII.
En su origen fue un monasterio dedicado a San Pelayo, aunque se supone que anteriormente se asentaba en sus cimientos un templo romano. Con el traslado de los restos de San Isidoro, obispo de Sevilla, Doctor de las Españas a León, se cambió la titularidad del templo.
El edificio de la iglesia conserva algunos vestigios románicos de la primera construcción de Fernando I y Sancha. El Panteón y las dos puertas de su fachada sur, llamadas Puerta del Cordero y Puerta del Perdón, más la Puerta Norte o Capitular, son las primeras manifestaciones del arte románico en los territorios leoneses. Con el transcurso del tiempo se hicieron modificaciones y añadidos góticos, renacentistas y barrocos.
Es Monumento Histórico Artístico desde el 9 de febrero de 1910.
En el Pateón, que también es conocido como la Capilla Sixtina del Arte Románico, no se permite tomar ninguna clase de omágenes, tanto de video como de fotografía.
Por eso, he tenido que recurrir a internet para poder ofreceros estas imágenes que representan una vista general del Panteón y unos detalles de los frecos, suficientemente reproducidos en todos los libros sobre el románico español, y que representan el "Pantocrátor"
Y la anunciación de los ángeles a los pastores en el nacimiento de Jesús.
Una visita que no debes olvidar cuando pases por León.