Y Sevilla cierra su feria. Esta feria de 2011, que ha resultado algo atípica. Una Feria de Abril que se ha celebrado en mayo. Una Feria de Abril con ritmo de campaña electoral, con los goles de Ronaldo, con el indulto de un toro en la Maestranza, sin humos en las casetas, y con el telón de fondo de la crisis económica y el paro. Pero una Feria que ha vuelto a ofrecer a los sevillanos su marco para la celebración, para el baile, para el cante y para la alegría, qunque sólo dure una semana.
Felicidades a los sevillanos, que han vuelto a vivir otra feria de abril, aunque hayan tenido que esperar a que llegue mayo.
Felicidades a los sevillanos, que han vuelto a vivir otra feria de abril, aunque hayan tenido que esperar a que llegue mayo.
Varias vistas del Real de la Feria por la mañana y por la noche, para terminar con el encendido de la portada del Ferial, que ha lucido con sus mejores galas.
Fotos que me remite A.C. Moya, nuestra enviada especial a Sevilla, para cubrir este acontecimiento, que además acompaña esta pequeña crónica:
"Dicen que Sevilla tiene un color especial…y ahora sé por qué. Tiene el color de la Feria. Trajes de sevillanas, mantones, coches de caballos, flores, luces, adornos, todo lo necesario para hacer que Sevilla se llene de colorido durante una semana.Después de una Semana Santa en la que el tiempo no ha dado tregua, creo que los sevillanos estaban necesitados de su fiesta y se han echado todos a la calle. Durante el día, las calles del Ferial se hacen intransitables con el paso de los carruajes. Ellas se ponen sus trajes de sevillanas, ellos con trajes impecables, y a pasear en el coche de caballos, a tomar fino y “pescaíto” frito en las exclusivas casetas del Ferial. Si hay un “pero” que pueda poner a la Feria es esa exclusividad que a veces es incomprensible. Paseando, se ven no pocas veces casetas completamente vacías y gente, mucha gente, haciendo “botellón” en la calle. Aunque creo que quizás es esa exclusividad la que hace especial esta Feria. Yo estuve en la caseta “El Descansillo” disfrutando del encanto de la Feria.
Y a eso de las ocho de la tarde, los coches de caballos dan paso a un desfile de moda flamenca que transita por las calles del Ferial. Sentados en primera fila de mi caseta, observo. Veo esos maravillosos trajes, el arte de bailar sevillanas, con el rebujito y el jamón, empiezo a contar los días que quedan para la feria del año que viene que no me pienso perder".