(El móvil, como se puede ver, también sirve para felicitar las Navidades)
El móvil, o el celular, como dicen allá por Hispanoamérica, se ha vuelto un artilugio imprescindible en nuestra vida diaria. Es el medio que utilizamos para entrar en contacto con el mundo exterior, ahora que estamos condenados a reclusión casi forzosa por un tiempo indeterminado cuyo fin no sabemos si llegará cuando por fin lleguen las vacunas.
Pero dentro de estos artilugios tan inteligentes hay lo que se llaman “redes sociales” y todos estamos más o menos enganchados a alguna de ellas. Instagram, Facebook, Whatsapp, Twitter, en fin, muchas plataformas que son dominadas por los jóvenes y que los más mayores intentamos entender y utilizar.
Si entras, por ejemplo, en Whatsapp, verás que muchos de tus contactos están “en línea” y si les mandas un mensaje, te responden inmediatamente, aunque sólo sea con un emoticono; que dicho sea de paso, no logro entender la mayoría de las veces qué quieren decir, si es que están tristes porque lloran, o es que se están meando de risa.... tendré que pedir a mi nieta que me de unas clases prácticas de “emoticonologia” para poder empezar a utilizarlos yo también.
Pero el móvil se ha convertido en un medio de propagación masiva de chismes, bulos y chorradas varias. Lógicamente también de fake News, o dicho en castellano, en noticias falsas que se encargan en distribuir grupos muy bien organizados y que después son propagados por incautos particulares que se atreven a “reenviar” sin pararse a pensar en lo que están ayudando a propagar.
Bien es verdad que es un entretenimiento que nos ayuda a consumir horas y horas de ociosidad y que de vez en cuando recibes algo que te gusta o que te entretiene, pero sería deseable que se fuese dejando esa costumbre de reenviar todo lo que te llega, y que la gente se lo currase un poco y solo enviase lo que cada uno idea, como fotos, recuerdos, etc. etc. que tengan algún sentido para quien lo va a recibir. Así nos llegaría menos “basura” que para lo único que sirve es para llenar la memoria de nuestro móvil, y dedicar unas cuantas horas a borrarlo.
Oye, que esto del móvil es un gran invento, y no se que haríamos los mayores sin él... bueno, y los jóvenes no digamos, ¡es que sin el no podrían vivir..!