Partiendo de Cedillo (Cáceres) teníamos ese día un Mini-Crucero por el río Tajo.
Una vez a bordo, el Capitán y sus dos ayudantes nos cuentan curiosidades sobre la zona y datos interesantes de la misma, hablándonos de datos sobre el fondo del río y de cómo interpretar las gráficas de navegación que están en las pantallas del capitán.
La siguiente parte, ya puedes sacar la cámara y empezar a ver cosas más interesantes, mucha variedad de aves, giros del río que dan lugar a vistas estupendas y sentir el vientecito en la cara mientras estás en silencio en medio de la naturaleza. Ni siquiera se oye el barco, que tiene motor eléctrico.
Puedes contemplar ambas márgenes del río, mientras el capitán te va indicando donde se encuentran las distintas variedades de la fauna del lugar.
Y así llegamos a Lentiscais en Portugal. Es poco más de una hora de navegación.
Después de una excusión a Castelo Branco, donde comimos, era la hora de volver al barco para regresar a Cáceres.
Tengo que reconocer que, por más atención que puse, no pude ver, ni tampoco fotografiar ningún ejemplar de la Cigüeña Negra, que según indicaba el capitán estaba en las peñas de una de las laderas del río.
Después de una degustación de productros típicos de la zona, llegamos de nuevo a Cedillo, donde se terminó la excursión.
Como no podía ser de otra forma, las fotografías son de m.carrasco.m