El próximo día 2 de mayo el blog del Eremita cumplirá 15 años. 4475 días en los que he publicado unos 4000 artículos, con miles de fotografías y todos mis trabajos de investigación sobre la historia de Chinchon, y mis trabajos literarios. De todo ello solo he sacado la satisfacción personal y llenar mis horas de ocio, que en este tiempo eran las más; lo que realmente no es poco. Compensaciones económicas, ninguna, pues todos los libros que he publicado solo tenían el objetivo económico de no perder dinero, que tampoco es poco.
¿Y qué he ganado con ello? Alguien me podrá decir que he ganado prestigio; pero ¿que es eso del prestigio? También he conseguido detractores, porque es lógico que lo que haces no sea del gusto de todos.
He colaborado en todas las iniciativas que me han solicitado y siempre de forma altruista; pero pasado este tiempo, hay veces que te planteas ¿Ha merecido la pena?
Pues qué queréis que os diga, unas veces pienso que si, pero posiblemente sea que no. Al final tienes la sensación de ser el tonto útil que lo da todo a cambio de nada, que se aprovechan de ti cuando les conviene y después, ni te reconocen los “servicios prestados”; porque además ya todos sabemos lo difícil que es ser “profeta en tu pueblo”.
A veces pienso que estaría mucho más tranquilo sin salir de casa, viendo la tele o leyendo y haciendo sudokus, sin que nadie supiese lo que pienso y así, seguro, no habría defraudado a nadie y seguro que tendría todo mi prestigio intacto.
Pero cada uno es lo que es, y yo soy así. Y después de todo, no voy a renegar de mi obra. Y si alguien se ha sentido ofendido con lo que digo o con lo que hago, pues lo siento mucho; pero siempre he pensado lo que dice aquel proverbio (no se si chino): “sí el sabio no aplaude, malo; pero si el necio lo hace, peor”.
Así que pienso que lo verdaderamente malo sería que algunos aplaudiesen lo que llevo haciendo en estos últimos años.