Desde aquí quiero rememorar aquellos tiempos de mi niñez en los que la Semana Santa era tiempo de recogimiento -impuesto - y de gustar de la música, de la poesía y el arte.
y ayudadme ¡Señor! en mi porfía
Para dar a este blog un matiz más íntimo, durante estos días he rebuscado entre mis archivos y he encontrados unas poesías escritas por paisanos de Chinchón, hace ya muchos años, que me han retrotraído a mis tiempos más jóvenes.
Hoy, os voy a ofrecer un soneto de Mateo de las Heras Susiac que escribió en la Semana Santa de 1961 y que tituló:
SONETO A JESÚS CRUCIFICADO.
Qué ingrato soy ¡Mi Dios! cúanto me quejo
de esta sola espinita que me dáis
de esta sola espinita que me dáis
sin pensar en lo mucho que me amáis
ni comprender vuestra ayuda y consejo.
Acaso ya me encuentro un poco viejo,
siendo ello lo que más me perdonáis
y como tantas veces me ayudáis
aunque siempre, después, tan mal os dejo.
Mas, no, ¡Mi Dios! dejadme la alegría
de sufrir junto a vos esta Semana;
hacedme contemplar mi vida vana
y ayudadme ¡Señor! en mi porfía
de prorrumpir con júbilo el Hosanna
que ha de llegar tras de vuestra agonía.
Chinchón, Semana Santa de 1961.
Mateo de las Heras Susiac.