Tengo que confesar que durante unos días he abandonado mi desierto en Chinchón, por lo que, este año, no pude celebrar el día de San José. Según me contaron, estuvo lloviendo lo que deslució la celebración. Yo me desplacé a mi otro desierto en Denia, donde hizo mejor tiempo y pude asistir a la ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados, que como en otras partes de la Comunidad Valenciana, también se celebra allí.
Os dejo una muestra de las fallas que ardieron por la noche, y varias fotografías de los participantes del vistoso desfile que tiene lugar en la calle principal, hasta llegar a la plaza de la iglesia de San Antonio, allí se coloca una imagen de la Virgen donde se van colocando los ramos de flores que ofrecen las distintas comisiones falleras.
Estas comisiones, que representan a los distritos que han plantado una falla, están presididas por su fallera mayor y su fallera infantil. En este desfile intervienen las falleras mayores de los años anteriores, y se distinguen por utilizar la mantilla negra, mientras que las componentes de sus cortes de honor llevan la mantilla blanca. Cada una de las comisiones va acompañada por una banda de música que amenizan con sus pasodobles y pasacalles las casi dos horas que dura este desfile.
En realidad, este desfile es una muestra de lujosos trajes típicos que lucen las mujeres, los hombres y los niños, y de vistosos ramos de flores que son el complemento necesario para esos trajes y adornos que se pueden admirar este día.
Después, para terminar, una extraordinaria oferta gastronómica, en la que hay que destacar la exquisita gamba roja de Denia, a la que sólo se le puede recriminar su elevado precio y la obligada paella de la tierra. En “Panterri”, en “El Faralló”, en casa “Federico”, en “La Seu”, en la “Barqueta”, en “Peis and Brases”, en “Sal de Mar”, en “Benito” en “El Poblet” de Quique Dacosta, o en “Aitana” donde Chimo te prepara unos mariscos y pescados recién llegados a la Lonja, seguro que comerás muy bien, siempre y cuando hayas reservado mesa con antelación, porque, a pesar de la crisis, en estos días está todo lleno.
A mí lo que menos me gusta son los petardos, las tracas y las “mascletás”, pero aquí, en Denia, se pueden soportar. Un buen sitio para pasar la mañana del día de San José.
Nos vemos por aquí el año que viene.