¿QUÉ PASA CON EL COMERCIO EN CHINCHÓN?

Hubo un tiempo en el que Chinchón era un centro de atracción comercial para toda la comarca. En Chinchón estaba el Juzgado y la Carcel comarcal, la Notaría y el Registro de la Propiedad y hasta aquí llegaban a diario los que tenían que hacer alguna gestión en estos organismos. En aquellos tiempos el comercio en los pueblos de la comarca era pequeño y de poca importancia y los que llegaban a Chinchón aprovechaban para hacer sus compras; entonces, el comercio en Chinchón tenía una cierta pujanza y había tiendas de ultramarinos, de paños, de confección y ferreterías, y hasta Chinchón llegaban incluso vendedores ambulantes al reclamo de estos potenciales compradores que llegaban de los pueblos de alrededor. Entonces, tampoco había medios de transporte  cómodo y los traslados se tenían que hacer muchas veces en carros. 

Pasó el tiempo y fueron desapareciendo de Chinchón los Organismos Comarcales y la atracción comercial se trasladó hasta Aranjuez y principalmente a Madrid, cuando los medios de transporte se hicieron más cómodos y rápidos; y el comercio de Chinchón empezó a decaer, quedando solamente el de productos de alimentación y primera necesidad. Esto fue cambiando los hábitos de consumo, lo que siguió minando la viabilidad del comercio tradicional.

Luego llegó el turismo y empezaron a abrirse negocios dedicados a este sector, no solo restaurantes, sino también tiendas de regalos, artesanía y productos típicos. 

Y además llegaron las grandes superficies y las ventas por correo. Ahora el atreverse a poner un negocio comercial, no solo en Chinchón, sino en muchos lugares incluido Madrid, supone un estudio minucioso de qué producto o servicio se puede ofertar, teniendo en cuenta la competencia con que se va a luchar.

Incluso en los productos de primera necesidad y de alimentación habrá que tener en cuenta el volumen de la demanda y si existe realmente un nicho de negocio para abrir un comercio con alguna posibilidad de éxito. Porque hay que ser consciente que cualquier comerciante que abra una tienda, siempre lo hará para ganar dinero y eso no se logra si no existe una demanda adecuada a la oferta que quiera ofrecer a sus futuros clientes.

No cabe duda de que los tiempos han cambiado y en la actualidad la oferta comercial en Chinchón es acorde con la demanda existente y no se puede comparar con la existente en otras poblaciones con más habitantes. Es difícil conseguir mayor oferta si no crece la demanda; intentar incrementar la actividad comercial artificialmente no tendría los efectos  deseados, pues los apoyos y subvenciones al comercio poco pueden aportar si no hay un mercado objetivo que pueda ofrecer un mínimo de rentabilidad. Pocas heladerías se instalarían en el Polo Norte por muchas subvenciones que se les ofrezcan.

MAL CARÁCTER

Jorge Emiliano era un hombre afable y educado. En su etapa laboral trabajó como ujier en el Ministerio de Agricultura y era una excepción en la proverbial desidia de los funcionarios y siempre se prestaba a solucionar cualquier contratiempo que pudiera surgir a los ciudadanos que visitaban su departamento ministerial.

Cuando le llegó su bien ganada jubilación, además de recibir un reloj que costearon sus compañeros, siguió manteniendo esa loable actitud que también era muy apreciada en su entorno social y familiar. 

Hay que decir que se le solía ver a menudo con su bolsa de plástico, que recicla como se aconseja, dando un paseo camino de la panadería y deteniéndose con vecinos y conocidos para interesarse por la salud y el bienestar de todos. A mi me gustaba encontrarme con él porque siempre se acordaba de lo de mi operación de la rodilla y me preguntaba por mi nieta pequeña a la que conoció el día de su bautizo.

Y digo que me gustaba, porque últimamente Jorge Emiliano ha cambiado una barbaridad. Ahora ya no se para con nadie y si lo hace es para dar un respingo y soltar una especie de gruñido a modo de saludo.

El otro día me encontré en el ascensor con su mujer y me contó el motivo de su increíble cambio de carácter.

Parece ser que la culpa era del teléfono. Esta mañana me he encontrado con él y me lo ha contado. Me dice que él no tiene móvil, que tiene el teléfono fijo encima de una mesita en el salón y que cuando suena tiene que levantarse del sillón para cogerlo, pero como recibe pocas llamadas, incluso le viene bien para hacer algo de ejercicio. Pero con la moda de las campañas de telemarketing, de un tiempo a esta parte no para de recibir llamadas, generalmente a la hora de comer o de la siesta. Después de contestar a seis ofertas de cambio de compañía telefónica, cinco de seguros de hogar, ocho de suministro de botellas de agua y dos de consultas de revisión de su audición, a las que empezó contestando con su habitual cordialidad, pero que terminó desquiciado cuando sus interlocutores seguían insistiendo en la bondad de su oferta sin escuchar sus reiteradas negativas. Pero lo que colmó su paciencia fue la llamada de Iñigo Errejon invitándole al mitin de cierre de campaña. 

Desde ese día, solo con sonar el timbre del teléfono ya empieza a soltar improperios, ante el susto de su mujer que asegura no reconocerle desde entonces, y lo peor fue cuando le soltó la retahíla de insultos a su amigo Wenceslao, que desde entonces ha decidido no volver a llamarle nunca más.

DESDE LOS SOPORTALES: ALGUNOS DETALLES SOBRE LAS ELECCIONES MUNICIPALES

Sin ninguna duda, no se pueden extrapolar los resultados de unas elecciones autonómicas a las municipales, pero si podemos apreciar algunos detalles que podrían ser utilizados en el futuro cuando se planteen estrategias para presentar candidaturas en Chinchón.

Podemos ver cómo se han producido unas diferencias en todas las candidaturas comparando los resultados de ambas consultas del pasado día 26 de mayo.

El PP obtuvo 771 votos en la Comunidad (662 en las generales) y 490 en las municipales, lo que representa una diferencia de 281 votos.

El PSOE consiguió 646 votos en las municipales (614 en las generales) y tan solo 160 en las municipales, que nos dan una diferencia de 486 votos.

CIUDADANOS, recibió 485 votos en las autonómicas (546 en las generales) y 155 en Chinchón, con una diferencia de 330 votos.

Por último, VOX tuvo 385 votos en la Comunidad (613 en las generales) y 205 en las locales, que representan una diferencia de 180 votos.

Estas diferencias que siempre son negativas en las municipales, tienen su lógica al aparecer en estas elecciones agrupaciones independientes que no están en las autonómicas.

Pero también podemos observar cómo las diferencias se pueden entender en función de la composición de las candidaturas, pues en las municipales suelen tener más influencia las personas que las ideologías, aunque éstas también deben ser tenidas en cuenta cuando se trata de pueblos conservadores muy apegados a las tradiciones y a las costumbres. 

La mayor diferencia se puede ver en el PSOE y puede estar motivada por su decisión de presentar una candidatura no representativa en Chinchón.

No obstante los propios partidos son los que deberían analizar estas diferencias y obrar en consecuencia.

Hay un dato sobre la electorado en Chinchón, que según los resultados de las autonómicas en las que prima la ideología principalmente, podemos deducir que en Chinchón el 63,13% vota la opción de derechas y un 36,86% la de izquierdas.

Según esto, si valiese la extrapolación de datos, y no tuviese incidencia las personas, en Chinchón, la opción de las derechas obtendría una mayoría absoluta con 8 concejales y las izquierdas serían la oposición con 5 concejales. 

Una composición casualmente igual que los resultados de las últimas elecciones, aunque en este caso nada tienen que ver las ideologías.

Y como cierre de mis crónicas de política municipal que me han ocupado en estos últimos meses, pidiendo disculpas si he podido molestar a alguno de mis lectores ( Ya se que a algunos políticos no les han gustado, pero eso es normal y no me preocupa demasiado) quiero dejar un consejo para los nuevos concejales electos: Es el momento ponerse el mono de trabajo y entrar en el duro día a día monótono que va a ser la tarea diaria para los que nos van a gobernar durante los próximos cuatro años.

Todos los componentes de la Corporación Municipal deberían hacerse una revisión en Gaes y otra en Multiopticas; la primera para afinar bien el oído y la segunda para agudizar la vista, para saber escuchar lo que se demanda en el pueblo y no perder de vista lo que es necesario corregir. 

Todo lo demás es secundario. Los grandes proyectos, esos deseos grandilocuentes que se anunciaban en la campaña, no hay que olvidarlos, pero lo primero, es antes.

Y decía que este consejo era para toda la Corporación Municipal, porque todos los elegidos, gobierno y oposición, tienen la misma obligación de trabajar por el bien de todos los que les hemos elegido, olvidándose de las rencillas personales que afloraron durante la campaña, y ahora remar todos en la misma dirección; que ya habrá tiempo, dentro de cuatro años, de echarse en cara los errores.

Y no nos olvidemos ninguno que, aunque no nos guste, el pueblo siempre tiene razón.