Anoche me quedé viendo en televisión el debate a cuatro. "El debate decisivo" que anunciaban los organizadores. Después, los comentarios de los tertulianos... Y hoy, las encuestas y los editoriales de los periódicos.
Y aquí es donde he podido encontrar un ejemplo práctico de lo que se entiende por "barrer para adentro". En función de la "coloración" del medio, los resultados del debate se intentaban arrimar al "ascua de su sardina".
La opinión de El Plural, Vozpopuli, Infolibre, El Diario, ABC, El Mundo, El País, etc. etc., era la misma: Que "su" candidato había quedado bien y el contrario mal, aunque todos reconocían a Iglesias como el "ganador".
Y cada uno de ellos aprovechaban para "barrer para adentro", para mostrar lo que consideraban que beneficiaba a los suyos y obviar los aciertos de los contrarios.
Ni que decir tiene que como el debate había sido organizado por una cadena privada, el resto de cadenas privadas casi ni hacían mención al mismo, si no lo ignoraban directamente.
Con independencia de lo que puedan decir los medios de comunicación, los que vimos el debate en directo pudimos observar cómo cada uno de los candidatos tenía una estrategia muy bien definida y los ataques siempre iban teledirigidos a los que consideraba cada uno su rival directo en las próximas elecciones, aunque no todos consiguiesen sus objetivos.
Para mí, el ganador Rajoy; porque de haber ido, hubiese quedado muy malparado. La pobre Soraya bastante hizo con sobrevivir, aunque se le notó que se encuentra mucho más a gusto detrás de su escaño en el Parlamento, sobre todo respaldada por una mayoría absoluta, donde se le permite aportar datos que no siempre se corresponden con la realidad.
En definitiva, un espectáculo novedoso, que resultó entretenido y que no se si al final servirá para definir los resultados del próximo día 20.
Pero no os preocupéis, porque, al final ¡VAMOS A GANAR TODOS! O al menos eso van a decir los contendientes, y si no, al tiempo.