La Real Academia de la Lengua define con suma precisión el significado de las palabras. En su diccionario podemos encontrar lo que cada palabra significa, dándose incluso varias acepciones.
Sin embargo nos encontramos a diario que algunas palabras, sobre todo en política y en publicidad, son utilizadas con un significado totalmente opuesto a lo que dice la RAE.
No vamos a entrar ahora en cómo se pervierten los conceptos en la publicidad, porque nadie puede creerse, por ejemplo, que una bebida de cola pueda ser "la chispa de la vida".
Sin embargo en política nos encontramos que las palabras se utilizan con ánimo de confundir más que definir.
Liberal, popular, unido, limpio, obrero, progreso, conservador, democracia, cristiano, centro, nuevo, tradición, etc. etc., suelen significar en la práctica todo lo contrario a su significado académico.
Manos lImpias, enmascara una banda de extorsionadores; Izquierda unida, solo tiene unión en su nombre; Partido Popular esta bastante lejos de las bases populares de la nación; la O del partido socialista es difícil, en muchas de sus propuestas, asociarla a la palabra obrero; cristiano, añadido al nombre de un partido político difícilmente significará lo que entendemos por las enseñanzas de Jesucristo; cuando encontramos la palabra nuevo en una definición política, nos tenemos que preguntar necesariamente dónde está la novedad de sus planteamientos.
Hay un refrán español que ya diagnostica todo esto: "Dime de qué presumes y te diré de lo que careces".
A la vista de cómo se está pervirtiendo en política el significado de las palabras, posiblemente solo habrá que buscarlas en el diccionario y cambiarlas por sus antónimos, para acertar con lo que allí realmente quieren significar.