Parece ser que Ignacio Urdangarin y Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad Borbón Grecia, han decidido interrumpir su relación matrimonial; algo parecido a lo que les ocurrió a sus cuñados Elena María Isabel Dominica de Silos Borbón Grecia y Jaime de Marichalar cuando decidieron una interrupción temporal de su convivencia. Todo normal, que suele pasar hasta en las mejores familias; y parece ser que en la suya, también.
Por si alguno anda un poco despistado, os recuerdo que son los antiguos duques de Palma, cuñado y hermana del actual rey de España y que su papá es el rey emérito que anda de excursión allá por lo Emiratos Árabes.
Parece ser, que según dicen, Ignacio se ha ido de paseo, cogidos de la mano, con una compañera de trabajo, que a su vez, está en trámites de separación de su actual marido, aunque siguen conviviendo en la misma casa.
Como digo algo normal, que está pasando con bastante frecuencia y que ya ni es noticia, como no sea en el vecindario.
Pues, he te aquí que la noticia está acaparando horas y horas de antena y páginas y páginas en periódicos y revistas.
Y esto, que no debería dar más de sí que un par de líneas o minutos en los medios, parece ser que ha venido muy bien para no hablar de los terribles datos de la pandemia, de las dificultades para aprobar las leyes de la reforma laboral o de la vivienda, la guerra de Ucrania y otros temas de mayor enjundia e interés para los ciudadanos, que no están suficientemente atendidas y esto de Ignacio y Cristina ha venido muy bien, porque lo de las macrogranjas ya no daba para mucho más.
Para que no decaiga, ya hasta se ha puesto precio a una hipotética foto de cualquiera de los protagonistas, que no me extraña que no se atrevan a salir de sus casas.
Se andan también preguntado quién pagará los viajes de Cristina para contárselo a su papá y quien se hace cargo de los guardaespaldas de Ignacio; pero ya nadie habla de lo que se apropió indebidamente, por lo que fue condenado y aún está cumpliendo su pena, aunque sea en un régimen bastante benévolo.
Menos mal que Rafa Nadal sigue ganando en Australia, porque si no, no habría nada que ver en la tele.