Dice Azucena; y es su nombre real porque esto no es un cuento de los míos, que siempre tienen nombres raros; que todos, ellas las enfermeras y nosotros los enfermos tardaremos en procesar lo que está ocurriendo
Entre tanta información que se vierte a diario en las televisiones y en los periódicos; entre tanto dato abrumador de contagiados, fallecidos y dados de alta; se pierde la perspectiva de las personas que solos, completamente solos, nos hemos tenido que enfrentar a una situación totalmente imprevista, nueva y con un desenlace imprevisible.
Desde el Confinamiento de sus casas, también los familiares están viviendo la angustia de la incertidumbre; y seguro que nuestra mujeres, nuestros hijos, nuestros nietos y nuestros amigos están sufriendo esta situación desconocida hasta ahora; pero ellos, afortunadamente, están sanos y conservan, cómo no podía ser de otra forma, intactas las ganas de vivir.
Pero los sanitarios, aunque parece que estarían acostumbrados a enfrentarse a diario con la enfermedad, incluso con la muerte; confiesan que ellos están viviendo una experiencia traumática que les costará asimilar primero y superar, después; a pesar de esa actitud encomiable, esa profesionalidad y ese cariño que ponen en su quehacer diario.
Posiblemente, nosotros los enfermos, sea distinto; estamos viviendo la experiencia sumidos en una situación de precariedad física y vital, por lo que es posible que lo podamos procesar como un mal sueño, que realmente no iba con nosotros, si al final logramos superarlo.
Hace unos días me llegó la noticia de que un amigo que había sido ingresado unos días antes, había fallecido. Posiblemente pueda ser el número 16970 de los fallecidos o algo así, pero no; era mi amigo y se llamaba Antonio; pero eso quedará diluido en las estadísticas, y, desgraciadamente, solo servirá para que los políticos se sigan tirando los trastos a la cabeza.
Ya dije que yo podía ser el infectado numero 153.032 o algún número similar. Pero no, me resisto a admitirlo; yo soy una de tantas personas anónimas que hemos vivido o están viviendo, completamente solos, este mal sueño que espero termine pronto para todos.