La conveniencia hizo tapar en Italia las estatuas desnudas de los Museos Capitolinos para no airar al dinero de los iraníes.
Ahora, en España, el dinero de los mercados exige que se tapen los partidos de izquierda con la amenaza, según algunos comentaristas y políticos interesados, de que si, hipotéticamente llegasen a gobernar, harían que se hundiese el IBEX.
Y lo de España es mucho más grave. Porque aquí lo que se exige es que todo siga igual. Que no cambie nada; que mostrar las vergüenzas de la situación política de los últimos tiempos es dañino para las mentes "impolutas" de los que mandan en el dinero, que se pueden ofender y llevárselo a otros lugares donde siempre estarán dispuestos a cubrir, con cajones de madera, el mangoneo, la rapiña, la desfachatez, la hipocresía, la avaricia y la falta de conciencia de esas estatuas en las que se han convertido muchos de los políticos que sistemáticamente engañan a sus votantes.
Es vergonzoso escuchar a ilustres catedráticos, viejos políticos, y conspicuos comentaristas amenazar al personal con catastróficas consecuencias si los que a ellos no les gustan llegasen al poder, aventurando las erróneas decisiones que tomarían cuando lleguen a gobernar.
Comparar a los de podemos con los golpistas del 14F, creo que es pasarse un poco, y más viniendo de uno que por entonces proponía un programa político con bastantes similitudes, y que unos años después supuso un impulso a la vida social y económica para nuestro país.
Afortunadamente, parece que, todavía aquí, no estamos dispuestos a ocultar las vergüenzas de nuestras "estatuas políticas" que poco a poco van quedando desnudas y que, por cierto y desgraciadamente, no son tan bellas como las de Praxiteles en el Museo italiano.