Como no podía ser de otra forma, San Roque, su ermita, ha sido la protagonista, como veremos más tarde de estas fiestas en su honor, en el año de 2015.
Hubo encierros (dos) que estuvieron muy concurridos, los días 14 y 16 de donde conseguí estas dos imágenes, respectivamente.
Por supuesto que la plaza fue el escenario del paso de las procesiones de la Virgen de Gracia y de San Roque,
Aunque de la de este ultimo he seleccionado una fotografía de la salida del Santo por delante de la Iglesia.
Como ya es costumbre hubo competiciones deportivas para los niños,
Se celebró la almoneda en la puerta de la ermita del Santo
Y se cerraron las fiestas con la suelta de vaquillas en la plaza, para terminar con una pequeña muestra de fuegos artificiales al filo de la medianoche del día 17.
Una primera novedad fueron los dos conciertos programados en la Iglesia del Rosario, de gran éxito artístico pero de menor acogida del público.
Pero sin ningún género de dudas, estas Fiestas de San Roque del Año 2015, serán recordadas durante muchos años por la
DEMOSTRACIÓN DE TRASHUMANCIA.
La expectación era grande, y cada uno esperaba tranquilamente a su manera, la hora de llegada de los bueyes.
Hubo quien aprovechó para dar un paseo a sus perros...
Quien espero pacientemente asomado a su balcón,
Hasta que parecía que iba a llegar la manada por la calle de los huertos. Los niños aparecieron corriendo y todos pensamos que había llegado la esperada trashumancia...
Pero era una falsa alarma, había que seguir esperando...
Y la trashumancia no llegó a Chinchón...
En la última fotografía vemos cómo cada uno daba su versión de lo ocurrido, mientras el fotógrafo se quedaba sin su instantánea soñada.
Lo que pasó, ya se lo conté el otro día, en una crónica apresurada de la tarde del día de la Virgen.
Después, han sido muchas y muy variadas las opiniones que se han escuchado en las tertulias y leído en las redes sociales, y cada uno intentando arrimar el ascua a su sardina (política).
Hay quienes siguen asegurando que fue un tremendo y absoluto fracaso, demostrando una inusitada celeridad por depurar responsabilidades, urgiendo las explicaciones de los responsables políticos, poniendo poco énfasis en los errores de los organizadores y promotores de este experimento.
En cambio hay quienes dicen que fue una tarde inolvidable en la que se divirtieron muchísimo, y que es una experiencia que se debería incorporar a las fiestas patronales, para así hacer tradición.
Los caballistas están entusiasmados por lo bien que se lo pasaron. Incluso algunos opinan que este acto festivo era en exclusiva para ellos, por lo que el objetivo se había cumplido.
La trashumancia quedará en el recuerdo como aquel toro, al que apodaron "carpintero", porque él solito en poco más de diez minutos se encargó de desmontar casi todo el tabloncillo de la plaza.
Ahora que ha pasado, y posiblemente por la intercesión de los santos patronos sin que haya ocurrido nada grave, solo cabe tomar nota de lo ocurrido y discernir las causas de los fallos cometidos.
En estos casos se suele buscar siempre al culpable, pero desgraciadamente nadie quiere ser el padre de algo que no salió según lo previsto.
Yo ya he expresado mi opinión sobre esta clase de espectáculos, ahora solo esperar que se nos informe a todos los contribuyentes de Chinchón de cómo se ha invertido el presupuesto de estas fiestas.
Con toda seguridad, nuestras autoridades harán honor a su lema de transparencia y podremos salir de dudas de lo que costó, también, esta trashumancia, que no llegó a demostración, pero que hizo felices a algunos de nuestros paisanos.
Espero poder hacer la crónica del año que viene y decir:
¡¡VIVA SAN ROQUE Y VIVA LA VIRGEN DE GRACIA DE 2016!!