Yo no estudié la carrera de periodismo, pero dicen que lo primero que te enseñan allí es que no es noticia el que un perro muerda a un hombre, sino que lo que verdaderamente es un notición es que un hombre muerda a un perro.
También deben enseñar que lo que verdaderamente vende en los periódicos son las malas noticias y que las buenas, apenas si lo son. Bueno, en los periódicos, en la televisión, en la radio y en todos los medios sociales. Por eso, posiblemente, todos estos medios se nutren de malas noticias.
No vamos a hablar de las noticias falsas, de las medias verdades ni de las burdas mentiras, que eso si que vende en estos medio; pero es curioso que las buenas noticias sean tan poco atractivas para el público en general.
Pensad en una revista o en una televisión que solo diesen buenas noticias: Que ha bajado el recibo de la luz; que los ancianos reciben un trato exquisito en las Residencias públicas; que no hay listas de espera en la Sanidad pública; que el paro ya es residual; que Putin ha finalizado la guerra de Ucrania retirándose de los territorios ocupados; que los políticos han desterrado para siempre los insultos en los parlamento; que los ciudadanos dan un notable alto de valoración a los políticos; que se ha renovado el Consejo del Poder Judicial, que en las televisiones y radios, no está permitido meterse en la vida privada de los ciudadanos, aunque sean famosos; que se ha descubierto un remedio para el Cáncer; en fin, solo buenas noticias.
¿Qué pasaría? Pues un desastre. Que esa supuesta revista, no tendría más de dos o tres paginas. Que los telediarios de esa television no durarían más de dos o tres minutos. Ya digo, un desastre.
Cristo dijo que nos dejaba una buena noticia con su evangelio, y por lo que se ve, cada día se lee menos.
Pero yo creo que esto de las malas noticias no es solo por la rentabilidad; yo creo que en esto de llenar los medios sociales de malas noticias tiene otra finalidad premeditada. Pretenden meternos el corazón en un puño; que estemos todos un poco “acongojados”; que pensemos que todo está muy mal, que vamos al desastre final; en fin, que no hay solución... y esto, ¿A quien beneficia? Pues eso, que cada uno saque sus propias conclusiones. Y recordad que dentro de unos meses llegan las elecciones...
Así que, a pesar de lo que veáis en televisión, leáis en los periódicos o escuchéis en la radio, de vez en cuando, nos llega alguna buena noticia; tened un poco de fe y, sobre todo, no os creáis todo lo que se dice.