Sexto paseo: La Laguna de San Juan
La Laguna de San Juan está situada en la margen izquierda del río Tajuña, y forma parte de un antiguo complejo palustre entre los ríos Jarama, Tajuña y Tajo. Ha sido recuperada y regenerada en el año 1987 y declarada Espacio Natural Protegido. Es un humedal de forma aproximadamente triangular, con una extensión de unas 5,2 hectáreas y la profundidad de sus aguas tiene de uno a dos metros, en las zonas más profundas, y su fondo es bastante regular y está surcado por canales comunicados que hacen que exista una ligera corriente.
Sus aguas provienen de las escasas lluvias de invierno y primavera, la descarga de la capa freática, las aguas que le llegan de los taludes que la circundan y de los esporádicos desbordamientos del río Tajuña. Tiene una total ausencia de árboles y su vegetación está dominada por carrizos, la anea o espadaña, con plantas trepadoras y algo más apartados de las orillas, lirios amarillos; abundando la caña, el junco y trébol blanco, con acederas, poleos y mentas que se mezclan con pastizales de gramíneas y plantas acuáticas como la ova o la hierba lagunera.
En cuanto a su fauna, nos encontramos con culebras viperinas, galápagos leprosos, gallipatos, tritones, ranas verdes y sapos. También la Laguna de San Juan es refugio de aves invernantes, como chocines, petirrojos, tarabillas y zorzales, y también como refugio de aves de paso, como grullas, andarríos, patos cuchara, garzas reales y cigüeñuelas. En ella también podemos encontrar nidos de abejarucos, cernícalos vulgares, collalbas negras, martines pescadores, carriceros, ruiseñores comunes y aguiluchos laguneros, habiendo algunos que son exclusivos de esta laguna como son zampullines, porrones y fochas comunes.
La Laguna de San Juan ha tenido varios propietarios.
La Laguna de San Juan había sido, hasta el año 1857, propiedad del municipio de Chinchón y el Ayuntamiento subastaba el aprovechamiento de la misma. Existen dos expedientes en el Archivo Histórico en los que se especifica: "Subasta de la masiega, espadaña, junquillo y carrizo que producen las lagunas de San Juan, Dehesa Vieja y sus desaguadores, rematadas en los años que a continuación se expresan en las cantidades siguientes".
En estos expedientes se recogen las subastas desde el año 1841 al año 1857, y se indica que "a partir de este año no se volvió a arrendar". Posiblemente porque dejó de pertenecer al ayuntamiento. Los importes que figuran van desde los 813 reales del año 1849 a los 10.100 reales del año 1853. En el año 1856 es nombrado ministro de Hacienda Pascual Madoz, quien sólo permanece en el puesto durante seis meses, pero impulsa una ley desamortizadora que llevaría su nombre. Con esta ley se privatizan bienes propios municipales y entre los bienes afectados por esta ley, en Chinchón se encontraba la Laguna de San Juan.
El 21 de abril de 1881 se firmó una Escritura de cesión otorgada por don Joaquín Carretero y Peral a favor de la Sociedad de Cosecheros ante don Valerio Villalobos López. Exponen: "Que en pública subasta en este Juzgado de Primera Instancia y en el del distrito del Barquillo de Madrid, escribanía de don Fulgencio Fernández, en once de agosto de mil ochocientos setenta y uno, en virtud de las leyes de desamortización quedó rematada en el último de dichos juzgados en favor del señor Carretero una finca perteneciente a los propios de esta villa comprendida en dichas leyes desamortizadoras, la cual según el anuncio inserto en el Boletín General de ventas de Bienes nacionales de doce de julio de dicho año, es el siguiente:
"Número cinco mil setecientos setenta y cinco del inventario: Un terreno inculto llamado Laguna de San Juan, sito al punto nombrado Vega de San Juan termino de esta villa, procedente de sus propios, de segunda clase de secano y riego inundado conteniendo bastantes aguas, carrizo pinguillo y masiega, su cabida doce fanegas equivalentes a cuatro hectáreas, diez áreas y ocho centiáreas.
Que en la subasta celebrada en Madrid quedó rematada en favor del Señor Carretero como mejor postor en la suma de veintiséis mil once reales y al interesarse en dichas subasta lo hizo en nombre y por encargo de la mencionada Avecindad de Cosecheros y para ésta."
Como acabamos de ver la "Avecindad de Cosecheros", que no tenía personalidad jurídica para contratar, delega en D. Joaquín Carretero Peral para que en su nombre licite en la subasta del Juzgado y así adquiere la laguna por la suma de veintiséis mil once reales. Éste era un precio bajo y con su compra hicieron un buen negocio, además de evitar que este paraje privilegiado pasase a manos particulares.
Esta laguna además del valor ecológico, por lo que es valorada en la actualidad, en aquellos tiempos era fuente de riqueza, ya que en ella abundaban las plantas acuáticas, como cañizos, cañaverales, masiega, etc., además de ser un sitio privilegiado para la caza y la pesca.
La Sociedad de Cosecheros, como antes había hecho el Ayuntamiento, también arrendaba esta laguna. Tenemos constancia de un expediente completo de subasta a celebrar para el arrendamiento de la Laguna de San Juan del 1933 a 1937. El importe inicial de licitación para el arrendamiento era de 750 pesetas anuales.
Se especificaba que se podía utilizar para: Aprovechamiento de la masiega, junquilla y carrizo. Una de las condiciones era que el arrendatario debería dejar segar el carrizo necesario para la construcción de Cabañas o chozas para los guardas jurados municipales.
En la subasta celebrada el día 18 de junio de 1933 se adjudica a D. David Sáez Roldán, en el precio de 855 pesetas anuales.
En el año 1938, cuando desaparece la Sociedad de Cosecheros, la Laguna de San Juan, junto con sus demás propiedades, pasan a propiedad del Ayuntamiento.
En el año 1940 se arrienda la Laguna a D. Cecilio López Vega y D. Víctor Bravo López por un año en el precio de 500 pesetas.
En la actualidad es un atractivo más para todos los amantes de la naturaleza, siendo visitada por gran cantidad de personas que, en excursiones organizadas o de forma individual puede disfrutar de este ecosistema privilegiado.
En los alrededores también se puede admirar una gran sima que está sobre los cerros cercanos a la laguna. Aunque hay que subir una empinada cuesta, merece la pena subir hasta allí para admirar toda la vega del Tajuña que se divisa desde Morata hasta Bayona de Titulcia. También en los montes cercanos se puede ver una pequeña puerta de piedra encaramada en los escarpados riscos, que es la entrada a lo que llaman la "Cueva de la Mora". Aunque desde allí se puede admirar mejor el paisaje de la vega, no es recomendable subir por el peligro que supone para los no habituados al deporte del alpinismo.