Bajo los soportales, entre el "Bar Flor" y el "Rincón de Frascuelo", nos encontramos otra lápida de bronce, realizada por Ángel Simón "Quicile", que dice:
PEÑA TAURINA EL TENTADERO.
HOMENAJE PÓSTUMO A
D. SALVADOR SÁNCHEZ FRASCUELO.
CHINCHÓN. 18-11-89.
Y en la fachada del restaurante de la Virreina, donde estuvo la posada del tío Tamayo, hay un mural de azulejos, obra de Manolo Gómez Cía, que dice:
"ANTIGUA POSADA DEL TÍO TAMAYO
DONDE CONVALECIÓ SALVADOR SÁNCHEZ FRASCUELO
LAS MUY GRAVES HERIDAS QUE LE INFIRIÓ
UN TORO EN LA CAPEA QUE SE CELEBRÓ
EN ESTA PLAZA EL 25 DE JULIO 1863".
Encima de la efigie del torero hay una orla que dice:
"LOS HECHOS DEL GRAN FRASCUELO EN NUESTRA MEMORIA ESTÁN,
NOS REGALÓ UN TABLONCILLO Y A LOS POBRES LES DIO PAN".
Aún hay en Chinchón otra placa conmemorativa dedicada al mismo torero. Ésta fue colocada por la Agrupación de Amigos de Chinchón en la fachada de la casa que perteneció a Frascuelo en la calle de la Amargura, con motivo del centenario de su muerte.
Dice así:
AL MATADOR DE TOROS
SALVADOR SÁNCHEZ POVEDANO "FRASCUELO",
QUE VIVIÓ EN ESTA CASA.
AGRUPACIÓN AMIGOS DE CHINCHÓN. 1998.
Es normal esta proliferación de placas conmemorativas dedicadas a Frascuelo. Su vida tiene todos los ingredientes para hacer de su historia una leyenda y como tal se cuenta en Chinchón. Había nacido en Churriana de la Vega, pueblecito de Granada, el día 24 de diciembre de 1842, teniendo 20 años, llega a Chinchón en las fiestas de Santiago, y en la capea que se celebra esa tarde, pide permiso para torear y banderillear al primer toro. Al poner un par de banderillas es corneado feamente por el toro y el alcalde ordena que sea llevado al hospital de los pobres.
Florentino Catalán, que era albañil y tenía un estanco en la plaza, y que era conocido como el "tío Tamayo", dice a los que lo portaban que lo lleven a su casa, y allí convalece de las graves heridas.
En agradecimiento, cuando ya es famoso, compra una posada y varias tierras a su benefactor, y él mismo se compra una casa en Chinchón, donde alterna su estancia con otra que compró en Torrelodones.
Regala, como ya hemos dicho, un tabloncillo para la plaza, similar al que tenía la antigua plaza de toros de la Puerta de Alcalá, de Madrid. Son frecuentes sus obras de caridad en favor de los pobres, estando siempre su casa abierta para el que necesitase pan y ayuda. Torea varias corridas a beneficio de los necesitados, siendo la más famosa la de las Fiestas del Rosario, el 21 de septiembre de 1880, en la se lidiaron cuatro toros de Veragua, y en la que, después de matar el primero, le fue entregado un estoque con la empuñadura de oro, que había sido costeado por suscripción popular, en cuya hoja había una inscripción con la leyenda: "Chinchón a su hijo adoptivo", pues, efectivamente, fue nombrado hijo adoptivo de Chinchón, como después lo sería Marcial Lalanda. (De esta corrida haremos una amplia reseña cuando, en su día, hablemos de las Fiestas del Rosario)
Muere en Madrid, el día 9 de marzo de 1898 a consecuencia de una pulmonía y fue enterrado dos días después en el cementerio de San Isidro.
Florentino Catalán, que era albañil y tenía un estanco en la plaza, y que era conocido como el "tío Tamayo", dice a los que lo portaban que lo lleven a su casa, y allí convalece de las graves heridas.
En agradecimiento, cuando ya es famoso, compra una posada y varias tierras a su benefactor, y él mismo se compra una casa en Chinchón, donde alterna su estancia con otra que compró en Torrelodones.
Regala, como ya hemos dicho, un tabloncillo para la plaza, similar al que tenía la antigua plaza de toros de la Puerta de Alcalá, de Madrid. Son frecuentes sus obras de caridad en favor de los pobres, estando siempre su casa abierta para el que necesitase pan y ayuda. Torea varias corridas a beneficio de los necesitados, siendo la más famosa la de las Fiestas del Rosario, el 21 de septiembre de 1880, en la se lidiaron cuatro toros de Veragua, y en la que, después de matar el primero, le fue entregado un estoque con la empuñadura de oro, que había sido costeado por suscripción popular, en cuya hoja había una inscripción con la leyenda: "Chinchón a su hijo adoptivo", pues, efectivamente, fue nombrado hijo adoptivo de Chinchón, como después lo sería Marcial Lalanda. (De esta corrida haremos una amplia reseña cuando, en su día, hablemos de las Fiestas del Rosario)
Muere en Madrid, el día 9 de marzo de 1898 a consecuencia de una pulmonía y fue enterrado dos días después en el cementerio de San Isidro.