
Miguel Ramón Linacero, cura párroco de Chinchón y capellán del Conde don Luis de Borbón, argumentaba así la procedencia del nombre: "Como la colina en que se halla fundada esta villa está de forma de herradura o de cincha que abraza un pequeño valle ya poblado, le dieron los antiguos el nombre de Cincio, de donde pudo venir, según la pronunciación italiana, el nombre de Chincho o Chinchón, como se llama ahora".
El escritor Viñas Roy le atribuye un origen árabe y Alvar Ezquerra le atribuía un origen cristiano, indicando que podría significar "lugar distante cinco leguas", pero, ¿de dónde?
Por último, Nieto Ballester se suma a la teoría árabe y dice que puede provenir de la palabra "saxom" que es el aumentativo de la palabra "saxu" que significa "roca" y que con la fonética árabe sonaría como "Xinxón".
Sea como fuere, el caso es que nos encontramos con un nombre toponímico bastante raro, que es fácil de recordar y que puede ser uno de los motivos que ayudaron a que su nombre haya trascendido a lo que su importancia y ubicación parecían condenarle.
También hay confusión cuando se quiere determinar el genticilio de los naturales de Chinchón. Parece que el adecuado es “Chinchonense”, aunque es más popular “chinchonete” y también se ha utilizado “chinchonés” y “chinchonero”.