El día 14 de diciembre de 1916, D. Joaquín Ruiz Jiménez, ministro de la Gobernación, comunica al Ayuntamiento de Chinchón, el real decreto firmado en el palacio real, por el rey Alfonso XIII, en el que concede a Chinchón el titulo de Ciudad, "queriendo dar prueba de mi real aprecio a la villa de Chinchón, provincia de Madrid, por el creciente desarrollo de su agricultura y su constante adhesión a la monarquía".
Al año siguiente, el Ayuntamiento de Chinchón concede al Ministro de la Gobernación, don Joaquín Ruiz Jiménez el título de Hijo adoptivo de Chinchón, posiblemente en agradecimiento por haber colaborado en la obtención de esta distinción para nuestro pueblo.
Pero la relación del Monarca con la Ciudad de Chinchón se iba a hacer más estrecha, pues los días 12 y 13 de noviembre de 1922 Chinchón recibió las visitas del Príncipe de Asturias y de S.M. el Rey Alfonso XIII, con motivo de estar realizando aquí unas "Escuelas prácticas" el Regimiento de Infantería de León n.º 38. Al monarca le acompañaban las primeras autoridades del Gobierno. Con este motivo se formó una gran comisión organizadora de los actos que tuvieron lugar con este motivo,en la que estaban representados todos los estamentos sociales, culturales, políticos y económicos de Chinchón.
El Príncipe de Asturias, primogénito del Rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg, que había nacido el día 10 de mayo de 1907, se le impuso el nombre de Alfonso, como su padre. Tenía 16 años cuando visita Chinchón. Años después, el día 14 de Junio de 1933 renunciaría a sus derechos a la corona para él y para sus posibles descendientes, para contraer matrimonio el día 21 de junio siguiente con la señorita cubana Edelmira Sampedro.
Cuentan las crónicas que el Monarca quedó impresionado por el recibimiento y por el orden y el progreso que pudo advertir en el pueblo y al subir al vehículo estrechó con sus dos manos la diestra del señor alcalde, diciéndole que no olvidaría nunca al pueblo de Chinchón y que le diera las gracias por el entusiasta recibimiento hecho a su persona y a su augusto hijo, y por la buena acogida, cariño y hospitalidad dispensados al Regimiento de León.
Para conmemorar estas visitas el Ayuntamiento acordó poner el nombre de Alfonso XIII a la calle de los Huertos, el nombre de Príncipe de Asturias a la Calle Grande y el nombre de Regimiento León, a la calle del Convento. Como veremos después, el cambio de los nombres de las calles de Chinchón va a ser una constante para las distintas Corporaciones cuando se producían cambios políticos.
El agradecimiento del Rey se plasmó unos años después y concedió el título de “excelencia” al Ayuntamiento de Chinchón, según podemos ver en un documento del Gobierno Civil de Madrid, que, por orden del Ministerio de la Gobernación, envía un escrito al Ayuntamiento, en la que se comunica que con fecha 7 de octubre de 1926, el rey Alfonso XIII firma una real orden por la que se concede al Ayuntamiento de Chinchón el título de Excelencia, "Queriendo dar prueba de Mi Real aprecio a la Ciudad de Chinchón, provincia de Madrid, por su acertada administración municipal, que tan beneficiosos resultados produce al vecindario y por su constante adhesión a la Monarquía".
Paulino Alvarez-Laviada, entonces secretario del Ayuntamiento de Chinchón, escribió una crónica de aquellos días, publicada como memoria monográfica a finales del año 1922, y que se puede leer en la Biblioteca de Chinchón y en el epílogo del libro "La Mojona"
Al año siguiente, el Ayuntamiento de Chinchón concede al Ministro de la Gobernación, don Joaquín Ruiz Jiménez el título de Hijo adoptivo de Chinchón, posiblemente en agradecimiento por haber colaborado en la obtención de esta distinción para nuestro pueblo.
Pero la relación del Monarca con la Ciudad de Chinchón se iba a hacer más estrecha, pues los días 12 y 13 de noviembre de 1922 Chinchón recibió las visitas del Príncipe de Asturias y de S.M. el Rey Alfonso XIII, con motivo de estar realizando aquí unas "Escuelas prácticas" el Regimiento de Infantería de León n.º 38. Al monarca le acompañaban las primeras autoridades del Gobierno. Con este motivo se formó una gran comisión organizadora de los actos que tuvieron lugar con este motivo,en la que estaban representados todos los estamentos sociales, culturales, políticos y económicos de Chinchón.
El Príncipe de Asturias, primogénito del Rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg, que había nacido el día 10 de mayo de 1907, se le impuso el nombre de Alfonso, como su padre. Tenía 16 años cuando visita Chinchón. Años después, el día 14 de Junio de 1933 renunciaría a sus derechos a la corona para él y para sus posibles descendientes, para contraer matrimonio el día 21 de junio siguiente con la señorita cubana Edelmira Sampedro.
Cuentan las crónicas que el Monarca quedó impresionado por el recibimiento y por el orden y el progreso que pudo advertir en el pueblo y al subir al vehículo estrechó con sus dos manos la diestra del señor alcalde, diciéndole que no olvidaría nunca al pueblo de Chinchón y que le diera las gracias por el entusiasta recibimiento hecho a su persona y a su augusto hijo, y por la buena acogida, cariño y hospitalidad dispensados al Regimiento de León.
Para conmemorar estas visitas el Ayuntamiento acordó poner el nombre de Alfonso XIII a la calle de los Huertos, el nombre de Príncipe de Asturias a la Calle Grande y el nombre de Regimiento León, a la calle del Convento. Como veremos después, el cambio de los nombres de las calles de Chinchón va a ser una constante para las distintas Corporaciones cuando se producían cambios políticos.
El agradecimiento del Rey se plasmó unos años después y concedió el título de “excelencia” al Ayuntamiento de Chinchón, según podemos ver en un documento del Gobierno Civil de Madrid, que, por orden del Ministerio de la Gobernación, envía un escrito al Ayuntamiento, en la que se comunica que con fecha 7 de octubre de 1926, el rey Alfonso XIII firma una real orden por la que se concede al Ayuntamiento de Chinchón el título de Excelencia, "Queriendo dar prueba de Mi Real aprecio a la Ciudad de Chinchón, provincia de Madrid, por su acertada administración municipal, que tan beneficiosos resultados produce al vecindario y por su constante adhesión a la Monarquía".
Paulino Alvarez-Laviada, entonces secretario del Ayuntamiento de Chinchón, escribió una crónica de aquellos días, publicada como memoria monográfica a finales del año 1922, y que se puede leer en la Biblioteca de Chinchón y en el epílogo del libro "La Mojona"