Aunque ya sabéis que no me gustan los regalos, este año me he decidido a escribir esta carta que posiblemente nunca llegaré a enviaros.
He pensado dejarla en vuestro correo electrónico, para que cuando pasen estas fiestas, y estéis menos atareados, veáis si podéis hacer algo de los que os digo.
Mirad si lográis convencer a los líderes mundiales de que se tomen un poco en serio eso de luchar contra la corrupción, porque, digo yo, alguno quedará que sea decente. Tampoco estaría de más que se ocupasen de pedir responsabilidades a los que fueron los causantes de este desbarajuste que estamos llamando crisis, y que alguno, al menos, pasase una temporadita en la cárcel.
En España, que los recortes de nuestro gobierno, sirvan para algo, y ya que los vamos a tener que sufrir casi todos, arreglen un poco la situación y para el año que viene se empiece a ver la luz que dicen hay al final del túnel.
En nuestro pueblo, sería conveniente que las autoridades no se olvidasen de afrontar la renovación del plan general de urbanismo del año 1975, ahora que no existe la presión de la burbuja inmobiliaria, y además no supone un coste demasiado elevado para las arcas municipales. También, si es posible, vendría bien la apertura de la prometida casita de niños, de la que no se ha vuelto a hablar desde las elecciones. Y ya puestos, que los responsables sepan aprovechar los fondos presupuestados en el plan de dinamización turística, para conseguir unas infraestructuras que ayuden a la promoción de nuestra industria turística.
Y para terminar, no olvidéis hacer algo para solucionar el caso Urdangarín. Pensad lo que sería que algunos de vuestros yernos se encontrase en una situación tan delicada. (Pensad en vuestro colega español)
P.D. Lo he pensado mejor y no voy a mandar la carta... para lo que iba a servir...