“Las razones para votar una opción en un municipio no tienen por qué ser las mismas que para hacerlo en una comunidad autónoma, en el Parlamento central o en la Eurocámara, y al contrario.
Pero esta libertad de voto de la que deberían gozar los ciudadanos sólo será posible si, desmintiendo los pronósticos, los partidos no conciben la campaña electoral como una colérica llamada a rebato contra el enemigo, sino como una oferta razonada entre programas alternativos”.
Del Editorial del País del día 24 de febrero de 2019.