Lo ha dicho doña Esperanza Aguirre: "Si no fuera política, haría lo que pudiera para pagar los menos impuestos posibles"
Tan dada ella a mentir, o al menos a decir las verdades a medias, hoy por fin ha sido sincera. Yo creo que se le ha escapado y no quería decirlo; pero se le ha calentado la boca (hecho últimamente bastante frecuente, desde que escribió lo de "Yo no me callo") y, posiblemente por una sola vez y sin que sirva de precedente, ha sido sincera.
Y es que tal aseveración está detrás de su filosofía liberal. Hay que bajar los impuestos; o dicho de otra forma, hay que ir debilitando el estado, haciéndolo cada vez más pequeño, hasta su desaparición; y que entonces, las sagradas leyes de los mercados sean las que determinen los que tienen derechos y los que no.
Y lo malo es que esos pensamientos los tienen (por lo que se ve) la mayoría de sus correligionarios. Véase el ejemplo de don José María Aznar, del señor Rato, don Rodrigo, don José Manuel Soria y tantos otros que conocemos o que tarde o temprano conoceremos.
Y para más "INRI" lo ha dicho cuando se inicia la campaña de la renta. Es como recordar a todos los contribuyentes lo de la jueza del caso Noos de que lo de "Hacienda somos todos" es solamente un eslogan publicitario.
Y esto lo dice, además, cuando parece que estamos a punto de ser convocados de nuevo a las urnas, o posiblemente por eso, porque piensa que con este mensaje tendrán más votos, porque es como decir que "Ancha es Castilla" y que con ellos vale todo. Queda sobreentendido que después llegaran los recortes; pero eso no les afecta demasiado a los suyos, y ya sabemos lo que piensan de los demás, como dijo la hija del señor Fabra, doña Andrea, "Que se jodan"