Esto lo dijo, ya hace muchísimo tiempo un tal Marco Tulio Cicerón, que nació en Arpino, el 3 de enero de 106 a. C. y murió en Formia, un 7 de diciembre del 43 a. C.) Fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Y está considerado como uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.
Y viene a cuento traer a colación esta frase de Cicerón, porque me han enviado un texto que, me parece, se podría aplicar a la situación en la que estamos viviendo, en estos años de tribulación y desencanto:
“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta.
Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos... Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey revolucionaria (...) No creo ni en los revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (...)
La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis ética, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”
Y esto lo escribió hace más de un siglo don Benito Pérez Galdós. Es un fragmento del libro "La fe nacional y otros escritos sobre España", publicado en 1912:
Este dibujo de don Benito lo hizo su amigo Ramón Casas.
Debíamos estudiar más la historia de España...
y los políticos, también....