Unos apuntes de Neus Tomás:
“Solo hay algo peor que ver a alguien que no puede respirar y es ser ese alguien, tener aún la conciencia suficiente para notar que te estás ahogando y que no puedes evitarlo”.
“Ojalá nadie tuviese que pasar por una experiencia así. Por eso, cada vez que un político proclama que hay que salvar la Navidad, cuando algún amigo comenta las trampas que están preparando en su familia para sentarse en la mesa como si este fuese un diciembre normal, o al leer que alguien se lamenta de que los medios ofrecemos imágenes de hospitales o morgues que hieren la sensibilidad de los ciudadanos, me pregunto qué necesitan todos, el político, mi amigo o el lector, para entender que la mejor manera de cuidar a los suyos es no reunirse con ellos”.
“Cuando se quiso 'salvar el verano', se hundió el otoño. En noviembre han muerto 9.200 españoles, el mes con más fallecidos por COVID-19 desde abril. Solo ese dato debería ser suficiente para no tener que estar debatiendo sobre si podemos ser seis o diez en la mesa o si los niños cuentan en este cómputo.
Esta Navidad va de eso, de contribuir a reducir los contagios y no solo porque queramos seguir teniendo restaurantes abiertos y evitar que sigan cerrando empresas”.
“La mejor demostración de amor, sobre todo a los mayores y a aquellos que sean población de mayor riesgo, es actuar con la prudencia que les ayude a seguir vivos. Les aseguro que la alternativa es mucho más dolorosa y además no tiene vuelta atrás”.
Y digo yo, ¿No será mejor tener un poco de paciencia y celebrar TODOS JUNTOS, las Navidades del año que viene.