Cuento número 6.- Eutiquio no sabe dónde está.
( También está basado en hechos reales, y además de a Eutiquio, le está pasando a muchos enfermos)
Eutiquio lleva quince días en la habitación 2532 de la segunda planta del Gregorio Marañon. Desde que llegó a la habitación se encontró con un compañero, más o menos de su edad que también estaba infectado del maldito CORONAViRUS.
Eutiquio, de por sí, siempre fue parco en palabras y su compañero no era mucho más hablador. Apenas si se comunicaban, más que nada, porque Eutiquio andaba como perdido y no tenía claro realmente dónde estaba.
Las enfermeras siempre le llamaban por su nombre y se esforzaban en, al menos, hacerle sonreír. Pero el seguía perdido en su mundo irreal del que no podía escapar.
No comía, apenas si podía tragar un sorbito de agua y tomar las pastillas era un verdadero suplicio.
No paraba de recibir Whatsapp de su familia y de sus amigos, pero a lo más que llegaba era a contestar con monosílabos y a todos decía que era mejor que nadie le llamase por teléfono.
Había llegado a la soledad total; a la total ausencia de estímulos; a solo poder esbozar una sonrisa, que más parecía una mueca, que dirigía a quien era amable con el.
Una noche se despertó sobresaltado y, por primera vez en muchos días fue consciente de su realidad y empezó a atisbar dónde podría estar o, al menos, empezar a saber quien realmente podría ser.
Ya han pasado unos días y el caso es que Eutiquio yo creo que empieza a saber dónde está; y lo más importante, empieza a saber quién es.