Cuento número 9.- Gráfila-Josefa encuentra su vocación.
Gráfila-Josefa; este no es su verdadero nombre; era muy joven , allá en un pequeño pueblito del norte de Palencia, cuando encontró su vocación.
Su hermana Ursicina-Emília ( Este tampoco es su verdadero nombre) quería ser escritora y ella decidió que sería enfermera. Su hermana quería una familia numerosa y ella decidió que no tendría hijos: y las dos vieron cumplidos sus deseos.
Yo la conocí en la Segunda Planta del Hospital Gregorio Marañon, cuando, durante un mes, estuve luchando con el CORONAViRUS.
Lo de conocerla es un decir, porque sin el “camuflaje” de protección que llevaba, sería casi imposible reconocerla. Luego yo le fui contando mi vida, porque en esas circunstancias uno es más dado a las confidencias, y ella me contó lo de su hermana y lo del pequeño pueblo palentino.
Un día me enseño una fotografía suya y nunca habría admitido que podía ser la misma que llegaba todas las mañanas a la habitación, totalmente cubierta de batas, gorros, gafas, guantes y mascarillas.
Pero a Gráfila-Josefa (ya os he dicho que no es su verdadero nombre y que realmente se llama Azucena) esto del CORONAViRUS le ha afectado más de lo que ella pensaba. Desde hace unos meses se apuntó a una academia de pintura en el Centro cultural de su barrio y se está especializando en la pintura de Urculo y ya está haciendo unas copias preciosas.
No digo mas que se está planteando seriamente lo de cambiar de vocación y hacerse pintora.