San Juan de Ortega es una localidad situada en la provincia de Burgos, en la comarca de Sierra de la Demanda, en el municipio de Barrio de Colina, que
está compuesto por los pueblos de Barrios de Colina, Hiniestra y San Juan de
Ortega.
San Juan de Ortega
administrativamente se le define como Entidad Local Menor o Junta Vecinal y
cuenta con una población media de 18 habitantes durante todo el año.
El Camino de Santiago hace de
este pequeño pueblo un punto de reunión, se encuentra en un entorno tranquilo
y rico en patrimonio cultural y medioambiental. En los meses de primavera y
verano los turistas y peregrinos que llegan al pueblo superan las 100 personas
diarias.
Juan de Velázquez, religioso
que pasó a la historia como San Juan de Ortega, nació en el pueblo burgalés de
Quintanaortuño en el año 1080. Se entregó plenamente durante su vida a la tarea
de ayudar a los peregrinos con la construcción de calzadas y puentes, pero su
gran obra la fijó en los Montes de Oca con la construcción de una Iglesia
dedicada a San Nicolás de Bari y un pequeño Monasterio. El Santo falleció el 2
de junio año 1163 y su obra no terminó con su muerte, sino que continuó durante
años para poder consolidar un complejo monacal con el que hoy nos encontramos.
El Monasterio de San Juan de
Ortega se configura con la Iglesia Monacal, Capilla de San Nicolás de Bari o
Capilla del Santo, Claustro de los Jerónimos y Refugio de Peregrinos en el cual
encontramos un pequeño claustrillo de piedra rojiza.
La iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, el 3 de junio de 1931 y se están haciendo obras de restauración en el edificio anexo a la Iglesia.
En la Iglesia parroquial de San Nicolás de Bari,de estilo románico se produce un mensaje simbólico de los constructores medievales, con quienes están muy relacionados los aparejadores y los maestros de obras, único en occidente. En los dos equinoccios, un rayo de sol ilumina a las 5 de la tarde el capitel de la Anunciación, apreciándose que la Virgen María se dirige a la luz y no a San Grabriel como es tradicional.
En este capitel románico que narra el
ciclo de la natividad se produce un fenómeno curioso que para poder ser
apreciado dependerá de las condiciones climáticas, dado que un rayo de sol lo
ilumina secuencialmente el 21 de marzo y 22 de septiembre a las 5 de la tarde
hora solar.
Cuando nosotros visitamos la iglesia, ya en pleno otoño, durante el poco tiempo que estuvimos allí, pudimos comprobar cómo no paraban de llegar peregrinos que se dirigían al albergue, después de visitar la iglesia, para hacer un descanso en el camino de Santiago.
Fotos de m.carrasco.m, tomadas el 15 de octubre de 2014.