Nos hemos acostumbrado a que los Programas de las Fiestas sean realmente un catálogo de publicidad, en los que la mayoría de las páginas se dedican a los anuncios y muy pocas a la información de los actos festivos.
Lógicamente, se entiende que ésta es una forma de financiar este gasto, y así ha sido en casi toda su historia.
Sin embargo hay que hacer notar que inicialmente el poner anuncios en el programa era una forma de financiar las propias fiestas y ahora los anuncios sólo valen para financiar únicamente el programa, y los ingresos por este concepto van a la agencia de publicidad que “vende” los anuncios, confecciona el programa y se queda con el beneficio.
En el transcurso de los años, ha habido muchas ocasiones en las que no se insertaba publicidad en los programas, incluyéndose un agradecimiento general a todas las firmas que habían colaborado o, como mucho, una relación de los comerciantes e industriales.
Sin embargo hay que hacer notar que inicialmente el poner anuncios en el programa era una forma de financiar las propias fiestas y ahora los anuncios sólo valen para financiar únicamente el programa, y los ingresos por este concepto van a la agencia de publicidad que “vende” los anuncios, confecciona el programa y se queda con el beneficio.
En el transcurso de los años, ha habido muchas ocasiones en las que no se insertaba publicidad en los programas, incluyéndose un agradecimiento general a todas las firmas que habían colaborado o, como mucho, una relación de los comerciantes e industriales.
Allá por los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, se anunciaban en el programa de festejos la mayoría de los industriales y comerciantes de Chinchón. Al contrario de lo que ocurre ahora, la publicidad se basaba en la letra y no tenían ninguna clase de fotografías ni ilustraciones. Pero algunos tenían ingenio y gracia para atraer la atención del lector.
Estas son algunas muestras de aquellos anuncios:
El Bar “La Villa” anunciaba su especialidad en cerveza y aperitivos, y decía:
Bar deportivo y taurino
es este bar de “La Villa”,
se canta como en Sevilla
y no se bautiza el vino.
Y luego añadía:
"En este establecimiento, así como en la tienda de Comestibles instalada en la misma planta, encontrará los mejores artículos y a Manolo, su dueño, que saluda desde este programa a su clientela".
En otro año cambió el slogan:
"Con tus amigos o solo
te espero al aperitivo
que ya sabes donde vivo:
Bar la Villa de Manolo".
Y otro anuncio más:
“Quítese su pesadilla
y disfrute alegremente
sentado en el Bar “La Villa”
o en la plazuela de enfrente".
Mariano Ruiz Vega, propietario de la “Verdadera Selecta” fábrica de gaseosas y agua de seltz, decía en su anuncio:
“Todo el que vive en Chinchón
lo sabe por experiencia
que en gaseosa y sifón
no hay quien haga competencia.
Con el precio no hay quien pueda
en limpieza no hay que hablar
Pidan siempre la Selecta
que por lo poco que cuesta
ya se pueden refrescar".
Emilio Pedrero Felipe anunciaba así su almacén de Tejidos y Confecciones:
“Comprando en Almacenes Pedrero
le rinde más su dinero”
El Bar Casa Toni, se anunciaba así:
"Casa Toni reformada
espera salgas contento
si en este establecimiento
pides vino o limonada".
Antonio Mayor Sáez, anunciaba así su tienda en la subida de la Cerca número 5:
“Si buscas la economía
y conservarte sanito
adquiere tus alimentos
en la tienda del gordito".
“Si las fiestas de San Roque
quieres pasar divertido
come churros de Ataulfo
que son los mejor servidos.
Son siempre, sin duda alguna,
los churros de mejor fama,
vete a comprar sin pensarlo
cuando salgas de la cama.
Y recuerda una vez más
que...para churros “el Ata”
y para cerveza “el Pata”