BULNES es una parroquia del Concejo asturiano de Cabrales. Tradicionalmente, sus vecinos han vivido de la ganadería y la elaboración del queso de Cabrales, pero actualmente es un importante centro turístico fundamentalmente de practicantes del montañismo o de amantes de la naturaleza.
Hasta el año 2001, únicamente se podía acceder a Bulnes por un sendero.En la actualidad, los vecinos disfrutan de un funicular, cuyo uso es también turístico. Este tren de cable, que discurre por un túnel rectilíneo de 2227 metros, atraviesa las calizas de los Picos de Europa, más concretamente, las entrañas de la Peña Majin.
En el año 2011 tenía censados 34 habitantes y aparte de sus paisajes, tiene dos monumentos que le caracterizan:
El primero, el conocido Naranjo de Bulnes que es un pico calizo de origen paleozoico situado en el Macizo de los Urrieles en los Picos de Europa. Administrativamente, el Naranjo de Bulnes se encuentra situado en el concejo asturiano de Cabrales y dentro del parque nacional de Picos de Europa.
Tiene una elevación de 2.519 m. Su primera ascensión registrada se produjo el día 5 de agosto de 1904; y es una de las montañas míticas para los escaladores.
Y el segundo monumento, y posiblemente el más apreciado: El queso de Cabrales, que es un queso de tipo azul que se elabora a partir de leche de vaca, cabra u oveja sin pasteurizar, o alguna mezcla de dos o tres de estas.
El proceso de maduración se lleva a cabo en las cuevas naturales que hay en los Picos de Europa. En estas cuevas, la humedad relativa es del 90% y la temperatura oscila entre 8 y 12 °C. En estas condiciones se desarrollan en el queso hongos del tipo pinicilium, lo que le aporta las zonas y vetas de color azul-verdoso. Este proceso suele durar entre dos y cuatro meses, durante los cuales el artesano cambia la posición de las piezas con objeto de que sazone cada una de las caras. Durante este tiempo los quesos se cubren con hojas de arce humedecidas (ya no se hace por razones de higiene). El producto final alcanza un peso que va desde los dos a los cinco kilogramos.
Si eres montañero, no hace falta que te aconseje hacer una visita a este pequeño pueblo, pero sino lo eres, piensa lo bueno que debe saber ese queso disfrutando de esos maravillosos paisajes.