Cuando el otro día publicaba el romance de “El Conde Sisebuto”, me vino a la memoria una obra coetanea que ha alcanzado una merecida fama, y es de todos conocida: La Vengaza de don Mendo de don Pedro Muñoz Seca.
Y de ella, una escena que a mí siempre me ha parecido una de las mejores de toda la obra: “El juego de las siete y media”. Por si alguno aún no la conoce o para recordarlo a los demás, dice así:
Magdalena: - ¿Un juego?
Don Mendo: - Y un juego vil
que no hay que jugarlo a ciegas,
pues juegas cien veces, mil,
y de las mil, ves febril
que o te pasas o no llegas.
Y el no llegar da dolor,
pues indica que mal tasas
y eres del otro deudor.
Mas ¿ay de tí si te pasas!
¡Si te pasas es peor!
Magdalena: - ¿Y tú... don Mendo?
Don Mendo: - Serena
escúchame, Magdalena,
porque no fui yo... no fui!
Fue el maldito Cariñena
que se apoderó de mí.
Entre un vaso y otro vaso
el Barón las cartas dió:
yo vi un cinco. y dije “paso”,
el Marqués creyó otro caso,
pidió carta... y se pasó.
El Barón dijo “plantado”;
el corazón me dió un brinco;
descubrió el naipe tapado,
y era un seis, el mío era un cinco;
el Barón había ganado.
Otra y otra vez jugué,
pero nada conseguí;
quince veces me pasé,
y una vez que me planté,
volví el naipe... y perdí.
Ya mi peculio en un brete,
al fin me da Vedia un siete;
y Vedia pone una media
sobre el mugriento tapete.
Mas otro siete él tenía
y también naipe pidió...,
y negra suerte la mía,
que siete y medi cantó.
Y me ganó en la porfía...
Mil dineros se llevó,
¡Por vida de Satanás!
Y más tarde..., ¡qué sé yo!,
de boquilla se jugó
y me ganó diez mil más.
¿Te haces cargo, dí, amor mío?
¿Te haces cargo de mis males?
¿Ves porqué no sonrío?
¿Comprendes por qué este río
brota de mis lagrimales?
PEDRO MUÑOZ SECA. Nació en El Puerto de Santa María, el 20 de febrero de 1879 y murió en Paracuellos de Jarama, el 28 de noviembre de 1936). Estudió Bachillerato en el colegio Jesuita San Luis Gonzaga del Puerto de Santa María junto a Juan Ramón Jiménez y Fernando Villalón y en 1901 concluye sus estudios de Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Sevilla. En esta ciudad conoció el mundo del teatro. Allí estrenó en 1901 una obra cómica de un acto, Las guerreras, y en 1903 el sainete El maestro Canillas en El Puerto de Santa María.Entre los años 1910 y 1920 su figura como autor teatral se consolidó como el creador de un nuevo género teatral denominado astracán o astracanada, caracterizado por una búsqueda de la comicidad a todo trance, incluso a costa de la verosimilitud y desfigurando el lenguaje natural. El astracán gozó del favor del público, pero no así del de la crítica y la intelectualidad. La obra más célebre dentro de este género es La venganza de Don Mendo, que se estrenó en el Teatro de la Comedia en 1918.