Lo primero que les habrá extrañado es que en la etiqueta de esta entrada haya puesto "etnología" para hablar del "mercadillo". Es que pienso que cuando pasen muchos años, en los tratados de etnología, se estudiará este fenómeno que está presente en toda la geografía.
Lo primero que tengo que hacer es confesar que a mí esto de los mercadillos nuncia me había gustado demasiado y que siempre iba obligado por las "cirsunstancias", es decir, cuando no tenía más remedio.
Sin embargo eso era porque nunca había llevado una cámara de fotos. El otro día en el mercadillo de Estepona, pude comprobar que la experiencia fue mucho más satisfactoria, cuando "vi" el mercadillo a través de mi cámara.
Las granadas, las manzanas, las chirimoyas, las fresquillas, daban con su colorido, una perspectiva diferente al mercadillo.
Pero en los mercadillos hay muchas otras cosas; puedes encontrar unos collares preciosos para regalar a las nueras, y el truco está en después ponerlo en una bolsa de "El Corte Inglés", aunque no siempre da resultado.
Pero en los mercadillos hay muchas otras cosas; puedes encontrar unos collares preciosos para regalar a las nueras, y el truco está en después ponerlo en una bolsa de "El Corte Inglés", aunque no siempre da resultado.
También los bolsos de "marca" se pueden encontrar a unos precios asombrosos,
Si, por casualidad vas con niños, encontrarás todas las "chuches" que te puedes imaginar.
Y también variantes y frutos secos para tomarte una cervecita mientras esperas a la mujer.
Seguro que te quedas boquiabierto contemplando estos pimientos rojos.
Estos plátanos y estas naranjas.
Si, por casualidad vas con niños, encontrarás todas las "chuches" que te puedes imaginar.
Y también variantes y frutos secos para tomarte una cervecita mientras esperas a la mujer.
Seguro que te quedas boquiabierto contemplando estos pimientos rojos.
Estos plátanos y estas naranjas.
Y no tendrás demasiado problema en encontrar un cenicero o cualquier cacharro para quedar bien con los amigos.