Hoy, que parece que amenaza lluvia y no apetece salir a la calle, me he dicho, “Voy a coger el Goggle y me voy a ir hasta Cataluña, a la provincia de Gerona, muy cerca de la frontera con Francia”.
Y aquí estoy, en Beget, en la Comarca del Ripollés, que fue un municipio independiente hasta el año 1969, en que fue agregada al término municipal de Camprodón.
Una de las ventajas de este turismo virtual, y viajar en Google, es que no importa demasiado la cuestión meteorológica, y puedes ir donde quieras y cuando quieras sin importar lo que hayan dicho Roberto Brasero en el telediario.
Situada en la cabecera del Río Lierca, sus casas de piedra se agrupan alrededor de la riera de Beget. Hoy es un pueblo turístico y de segundas residencias. La población, en buena parte diseminada, se centra en el núcleo de Beget y en masías dispersas alrededor de las antiguas parroquias rurales de Rocabruna, Bestraca y Salarsa.
Beget data del Siglo X, es un pequeño pueblo donde su arquitectura medieval como sus puentes del Siglo XIV y también la imponente Torre del Reloj de cuatro pisos (22 metros), te invita a retroceder en el tiempo.
El atractivo principal de Beget es la iglesia de Sant Cristòfor, una de las construcciones románicas del Pre-Pirineu más bonitas de la zona. En su interior se puede contemplar la Majestat, una talla de madera de grandes dimensiones que se ha conservado intacta desde el siglo XII.
A finales del siglo XVIII Beget tenía 662 habitantes y en 1860, 1309 habitantes. Desde entonces la población ha ido descendiendo. En el 2005 la localidad tenía solo 27 habitantes pues se ha convertido en un lugar de segunda residencia.
Las casas de Beget están, en general, asentadas sobre la roca, con paredes de mampostería de piedra y mortero de cal y barro en los edificios más antiguo y con mortero de aglomerado hidráulico (rehechos en el siglo xix), las fachadas de los cuales, estaban rebozadas y pintadas de ocre, blanco y beige. La mayoría de jambas y dinteles de puertas y ventanas, son de madera o piedra picada. Los tejados son de teja árabe, y las puertas y las ventanas, de madera con contraventanas interiores.
Las opciones para comer en Beget no son demasiadas. Una de las más populares y recomendadas es el restaurante Can Jeroni, ubicado junto al primero de los dos puentes del pueblo. Las vistas de la iglesia de Sant Cristòfol de fondo son un condimento especial de lugar y el motivo por el cual la terraza suele llenarse de gente los fines de semana. El menú cuesta sobre los 25€ por persona y los platos tienen una perfecta mezcla de comida catalana.
Aunque otras de las ventajas de viajar en Google es que la comida y el alojamiento lo haces en casa y a un precio excelente en la relación de calidad-precio.